De un tiempo a esta parte, las compras a través de internet crecieron de manera imprevista. En nuestro país, la Cámara Argentina del Comercio Electrónico (CACE) es uno de los propulsores de este nuevo mercado. Los millennials, dispositivos tecnológicos y la amplia comodidad son otros factores que fomentan el e-commerce.

Cuando comenzaron a concretarse las primeras compras, ventas y distribuciones de bienes y servicios mediante la web, pocos pensaban que con el correr del tiempo dicho fenómeno sentaría sus bases para quedarse y no marcharse jamás. Abrir una aplicación, mirar las propuestas acorde a lo que deseamos adquirir, observar los detalles y opiniones al respecto y, si finalmente nos decidimos, comprar. Todo desde el sillón de nuestra casa. Fácil y al alcance de cualquiera que posea un dispositivo tecnológico básico con acceso a internet.

En este contexto, la CACE tiene como objetivo lograr que la economía digital se constituya en una herramienta eficaz para el desarrollo social y económico de nuestro país y, por consiguiente, sus economías regionales. Para este organismo, es primordial que se promueva y garantice la utilización de las nuevas tecnologías aplicadas a los negocios de manera eficiente y responsable. De esta manera, hay que apuntar a la evolución de la sociedad de la información, reduciendo la brecha económica y social entre personas físicas y jurídicas.

La Cámara Argentina del Comercio Electrónico, con la colaboración estadística de Kantar TNS, realizó el Estudio Anual de Comercio Electrónico 2016, que se dio a conocer recientemente. Según dicho análisis, el 90 % de los adultos argentinos conectados (17,8 millones de personas) compró a través de internet alguna vez, pero en el último semestre del 2016 ese valor se incrementó en el 63 % (11,2 millones de personas).

La comodidad, los dispositivos tecnológicos y la generación de los millennials son los principales factores que han llevado al e-commerce a su auge. Imagen ilustrativa publicada en Creative Minds.

¿Qué los empuja a comprar online?

Según el balance anual que realizó la CACE, en primer lugar está la comodidad, poder comprar en cualquier momento, ahorrar tiempo; fácil transacción y utilización de cualquier medio de pago.

María del Carmen Abraham, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas, analiza el auge del fenómeno, destacando la comodidad que ofrece el e-commerce: “No creo que sea por la disminución de precios, sino por la posibilidad de comparar en el momento y no tener que caminar un montón para mirar las distintas casas en el centro, obtener la opinión de otros usuarios, poder buscar más información sobre los productos, y además igual tenés garantías al comprar por internet”.

En cuanto al perfil de los compradores, se destacan cuatro características. Los oportunistas, que aprovechan promociones y descuentos; los curiosos, que realizan una investigación profunda antes de comprar; los conquistables, que se preocupan por conocer las tiendas cuyas publicidades le gustaron; y por último, los leales, que consumen y recomiendan aquellas tiendas online cuyas experiencias han sido satisfactorias.

El crecimiento prolongado de las compras digitales también se debe a la facilidad que tiene el público para utilizar diferentes medios de pago, tales como tarjeta de crédito o débito, efectivo y transferencia bancaria. Además, la diferencia de precio entre el mercado físico y el mercado virtual siempre tiende a beneficiar a este último, que con considerables descuentos incentiva a propios y extraños a concretar sus compras a través de internet y relega la manera tradicional de adquirir productos, aunque a veces esos descuentos promocionales suelen ser solamente para algunas formas de pago.

Si hablamos de descuentos promocionales, no debemos pasar por alto las jornadas de compras cibernéticas que se realizan con esta temática, tales como el Hot Sale, CyberMonday y Black Friday. En lo que va del 2017, solo se ha realizado el Hot Sale, que superó las expectativas y rompió las barreras del 2016. En comparación con e año anterior, las ventas se incrementaron el 24 %  y llegaron aproximadamente a los $ 3500 millones. Para acceder a los productos, los usuarios eligieron el celular y relegaron al segundo lugar a las PC de escritorio, netbooks y tablets.

Esto se debe a que gran parte de los usuarios se encontraban en la franja etaria entre 18 y 25 años, es decir que la mayoría de los consumidores fueron los millennials.

La extremada facilidad para manejar los nuevos dispositivos móviles y su relación con las redes sociales (lugar al que apunta el marketing digital) hace que esta nueva generación encabece los consumos que se dan en el e-commerce. Inclusive el crecimiento del homebanking a través de sus apps facilita las compras online, ya que se pueden chequear instantáneamente los fondos suficientes para llevar a cabo una transacción.

En nuestro campo de estudio, esta generación no es ajena al mercado digital. En una encuesta realizada a 60 estudiantes de la Universidad Nacional de Cuyo, los rubros elegidos por los universitarios que consumen online son: el 38 %, indumentaria; el 22 %, computación; el 16 %, varios (desde materiales educativos hasta herramientas mecánicas); el 13 %, electrodomésticos, y el 11 %, servicios (pasajes y turismo). Lo que llamó la atención de dicho trabajo es que de aquellos que compran con frecuencia mediante la red, sólo el 30 % aprovecha los descuentos ofrecidos por maratones de compra en internet, como Hot Sale, CyberMonday y Black Friday.