El divorcio Roby-Pérez, un reflejo de dos mundos en pugna

“El límite es Moyano. Se fue con Moyano porque Pringles es Moyano. Es decir que se fue por fuera del peronismo y por eso se va del Gobierno”, me dijo un vocero desde Casa de Gobierno.

El divorcio Roby-Pérez, un reflejo de dos mundos en pugna

El exministro Matías Roby en el medio de la escena pública ayer al salir de la Casa de Gobierno.

Especiales

Jorge Fernández Rojas / Fotos: Axel Lloret

Publicado el 27 DE FEBRERO DE 2015

La relación entre los amigos se quebró por la interna peronista. Matías Roby terminó siendo un fusible de una olla de presión que es el peronismo, cuya llama la regula Juan Carlos Mazzón. Por esa válvula saltó el médico traumatólogo. Su amigo el gobernador, quien lo instaló como ministro, lo echó luego de 13 meses de función al frente de la cartera de Salud. Al respecto, es más importante lo que se dijo por dentro que lo que se publicó, como en todas las polémicas donde la cuestión pública está en juego.
 
Roby es un perro verde, como él mismo lo dice, pero es un perro verde forrado en billetes y lo ostenta. Eso lo hace indomable y él tenía razón al decir que Paco Pérez sabía con quién trataba cuando lo llevó al gobierno.
 
También tiene razón Roby cuando dice que hay empresarios que le ponen fichas a su personalidad avasallante. Él representa un modelo que muchas personalidades del mundo de los negocios ven como un hombre de acción y decisión. Un verdadero exitoso. O sea, es uno de ellos.
 
Es ese sector de poder que mira de reojo a la clase política y cree que hay que incursionar en ese camino sinuoso para conducir el Estado como si fuera una empresa exitosa (con todo lo que significa) y no con lo público como botín de guerra (con todo lo que significa). La historia de traiciones tiene dos caras como la misma acción detestable, pero frecuente, tanto en los negocios como en la misma política.
 
Roby traicionó a Paco y al peronismo porque se salió del marco previsto por la cúpula partidaria al transar con el moyanismo local. “Moyano es Nisman, es el límite”, me dijeron para justificar la expulsión de Roby. Un argumento aggiornado a estos tiempos y de acuerdo con la mirada corporativa del PJ.
 
Paco traicionó a Roby porque lo insufló como candidato mientras lo podía manejar como elemento de presión dentro del esquema de negociación política donde el llamado “paquismo” tiene escaso poder, comparado con las demás líneas internas del peronismo tradicional donde conviven todos.
Tanto para uno como para otro, la frontera de la tolerancia fue la ofensa conspirativa, la deserción mutua, la mirada delatora. La diferencia es que ambos amigos se han desarrollado en mundos paralelos que conviven y hasta se asocian, pero siempre estarán en tensión porque buscan la misma cosa: el poder.
 
Política y negocios nunca serán lo mismo. Aunque para hacer negocios haga falta incursionar en política, o para hacer política haya que meterse en el mundo de los negocios. Sólo la calidad humana está por encima de estas esferas que giran sobre sus propios ejes. El llamado bien común parece una quimera a esta altura, aunque también puede convertirse en un gran motor transformador.

A esta altura nadie en realidad se percató de que saltó del gobierno un ministro y su salida no se produjo por su incapacidad como funcionario. Mientras tanto, la gente común, a la que dice representar el desterrado, sigue sufriendo el deficitario sistema de salud que él utilizó como rampa de lanzamiento para su candidatura.

Fuente: Edición UNCUYO

roby, pérez, paco, gobierno, mazzón, ciurca,