Compromiso para construir mil casas para frenar el déficit habitacional en Mendoza

Sociedad

“El déficit habitacional es una deuda que sin duda tiene Mendoza. Es más, el año que viene vamos a saber con certeza cuál es el déficit habitacional de nuestra provincia ya que se va a llevar adelante el censo habitacional 2022 que, por cuestiones de pandemia, no se pudo realizar. Los datos que se manejan hoy son del censo 2010, datos que ya nos prenden una alerta, y seguramente los del 2022 nos van a sorprender mucho más”, expresó la titular del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV).

Según el IPV, en Mendoza hay 1790 viviendas que están en construcción por parte del Instituto. A pesar de que el presupuesto para los desarrollos no se vio modificado durante la cuarentena, en los primeros meses se generó una disminución en el ritmo de construcción debido a las restricciones. Entre 2019 y la actualidad, se entregaron 576 propiedades.

“Sabemos que con la política habitacional de un año no se termina este déficit habitacional sino que necesitas de varias gestiones con una política de continuidad, sin importar el color político. A eso debemos sumarle el efecto pandemia con sus restricciones, que golpeó duramente el ritmo de construcción que se tenía”, dijo Ontanilla.

La funcionaria sumó: “Además, sabemos que la situación económica de muchos inquilinos es complicada por la suba en los alquileres. Sabemos que muchos de ellos se han agrupado en distintas asociaciones, con las cuales hemos tenido varias reuniones por esta problemática. Sabemos de las complicaciones que existen en Mendoza, de las cuales no estamos muy contentos y que no ocultamos”.

Respecto al programa que actualmente está brindando el IPV, Ontanilla sostuvo que la iniciativa que anunció el gobernador Rodolfo Suarez con la creación del Laboratorio de Vivienda, que funciona en la órbita del Ministerio de Planificación e Infraestructura Pública y el IPV, va sobre la marcha.

“La principal tarea que se realiza con este laboratorio es diseñar nuevos prototipos de residencias que resulten más económicas y ecológicas. Esto es viviendas no convencionales, poder medir la eficiencia energética y después incorporar ese diseño a las licitaciones de los barrios", explicó la arquitecta.

“Además, desde el IPV hemos lanzado un par de programas nuevos que dan cierta flexibilidad crediticia de acuerdo con lo que históricamente se otorgaba. Sabemos que la composición de una familia no es la misma que la de un tiempo atrás, por eso hemos cambiado y flexibilizado nuestras condiciones de accesibilidad a la casa propia. En este punto se encuentra 'IPV mi Casa', un programa que contempla un cupo de 900 viviendas en dos años. En el mes de octubre, lanzaremos una licitación por 300 que tendrán en cuenta la flexibilidad crediticia y esta nueva composición familiar: madres y padres solteros con hijos. Lo que se busca es abrir el abanico de posibilidades ante los nuevos tiempos”, selló la titular del IPV.