La ratificación del Convenio Colectivo de Trabajo de los empleados del Casino sacó a relucir en estas últimas semanas la tormenta interna del Frente Cambia Mendoza.

Tres legisladores aliados le complicaron al oficialismo la aprobación de un proyecto para modificar un Convenio Colectivo de Trabajo de los trabajadores del Casino que fue aprobado en paritarias y al que la Justicia declaró como en plena vigencia –tras haber sido publicado en el boletín oficial por la actual gestión–. Estos son: un radical cobista, Raúl Ferrer; un senador perteneciente a Libres del Sur, Ernesto Mancinelli; y el polémico massista Guillermo Pereyra, que esta semana ha dado claras muestras de diferenciarse de la gestión radical.
 

La negativa

Para empezar, la idea del gobernador Alfredo Cornejo de introducir cambios sustanciales en el CCT de los trabajadores de Juegos y Casinos generó la negativa inmediata de los dos partidos opositores: el PJ y el FIT. El argumento, desde ambos bloques, se relaciona con que modificar unilateralmente un convenio acordado en paritarias es un pésimo antecedente para los derechos de los trabajadores. 

Los cambios fueron para sacar algunos puntos, como la sucesión de familiares en cargos de los empleados que mueren o se jubilan, la creación de una comisión integrada por mayoría de trabajadores para decidir ingresos, ascensos y otros movimientos de la planta de personal y, por sobre todo, la adjudicación de derechos de trabajadores de planta permanente a los que se encontraban en planta temporaria y fueron despedidos en enero pasado.

Pero además, desde su propia tropa hubo desertores. Lo más sorprendente es que uno de los díscolos fue un senador de su mismo partido, Raúl Ferrer, alistado en las huestes de Laura Montero y Julio Cobos.

El otro, que se ha mostrado en otras oportunidades incómodo por las determinaciones de Cornejo, es Ernesto Mancinelli, de Libres del Sur. Este senador directamente no bajó al recinto el día que se trató en la Cámara Alta. Un párrafo aparte se merece el diputado Guillermo Pereyra, que últimamente se ha convertido en la “piedra en el zapato” de Cornejo.
 

El Frente Renovador se diferencia

Está claro que el Frente Renovador, cuyo referente máximo a nivel nacional es el excandidato a presidente Sergio Massa, se quiere diferenciar de la gestión de Macri y de sus aliados provinciales.

Es el caso de Guillermo Pereyra, el único diputado del FR que tiene Mendoza. La decisión del diputado Pereyra, quien proviene del gremialismo, fue clave para que se cayera ayer, miércoles 24, la sesión en la que se trataría el CCT modificado por el Gobierno. El oficialismo tenía 24 diputados presentes y le faltaba uno para lograr el quórum y aprobar el proyecto. Ese legislador era Pereyra, que decidió no ingresar y la sesión se cayó.

“No vamos a aprobar un convenio con privilegios irritantes”, dijo César Biffi, y remarcó que “nos faltó un diputado para empezar la sesión”.
 

¿Migraciones al massismo?

De cara a las legislativas del 2017, ya hay quienes afirman que estas diferencias entre el frente CM y algunos de sus miembros responden a que las conversaciones para pasarse al massismo están en auge. Los rumores señalan a cobistas y partidos no conservadores que apoyaron a Cornejo en su campaña para gobernar Mendoza, pero que están disconformes con las decisiones de Macri. La Legislatura es un buen termómetro para testear si el libro de pases está abierto.