El Congreso colombiano aprobó la participación en política de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) una vez que terminen su desarme, como quedó estipulado en el acuerdo de paz aprobado por el gobierno y la guerrilla en noviembre último.

El Senado y la Cámara de Representantes avalaron por mayoría en la noche del miércoles 26 la posibilidad que tendrán los miembros de las FARC que dejen las armas de conformar un partido político y ser elegidos popularmente.

La iniciativa establece que el partido que la guerrilla integre obtendrá en las elecciones de 2018, como mínimo, cinco bancas en la Cámara y la misma cantidad en el Senado, sólo en el caso de que no logre los votos necesarios para alcanzar esos escaños.

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, celebró la decisión y aseguró que con esta aprobación se da fin a la primera etapa de la implementación del acuerdo de paz, que "garantiza la reincorporación de la guerrilla a la vida civil", citó la agencia de noticias DPA. "Se está cumpliendo con el cronograma del desarme de las FARC y esto es histórico por lo que eso significa. Esta reforma tiene tres aspectos, que son: garantizar la creación del partido, la financiación del partido y la manera en cómo se distribuirán las curules (representaciones especiales) que se pactaron en el acuerdo", precisó.

Nuevamente, el partido opositor de derecha radical Centro Democrático, dirigido por el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe, no participó en las votaciones como lo ha venido haciendo en la aprobación de las demás leyes que implementan el proceso de paz.
 

Cómo sigue el proceso de paz

Por otra parte, el contralor General, Edgardo Maya, calculó que el posconflicto en Colombia tendrá un costo aproximado de 208 billones de pesos (unos 70 000 millones de dólares) y una duración de 20 años.

Los más de 6800 miembros de las FARC están concentrados desde el mes pasado en 26 sectores específicos del país para preparar su reincorporación a la vida legal. Las armas serán entregadas en tres fases a las Naciones Unidas, que a fines de mayo las destinará a la elaboración de tres monumentos a la paz que estarán en su sede principal de Nueva York, en Colombia y en Cuba, sede de las conversaciones.