El conflicto en Ucrania será el "germen de una nueva guerra fría"

El analista internacional Marcelo Zanettini compartió con Unidiversidad su interpretación sobre el conflicto. Las consecuencias para América Latina y Argentina.

El conflicto en Ucrania será el "germen de una nueva guerra fría"

El 24 de febrero de 20222, el presidente ruso Vladimir Putin invadió Ucrania y desató un conflicto con múltiples consecuencias. Foto AFP/Télam

Internacionales

Rusia - Ucrania

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 22 DE MARZO DE 2022

La invasión rusa a Ucrania será el germen de una nueva guerra fría cuyo eje central será contener a Rusia en su vocación de reconstruir un imperio y avanzar sobre países que conformaron la ex Unión Soviética (URSS). También marcará la consolidación de un nuevo orden mundial, de una mesa tripartita, en la que el presidente Vladimir Putin busca un lugar junto a Estados Unidos y China. 

Esa fue parte de la interpretación que el analista internacional Marcelo Zanettini, compartió con Unidiversidad, sobre las posibles consecuencias de la guerra que comenzó el 24 de febrero de 2022.  Advirtió que es necesario seguir el desarrollo del conflicto y -sobre todo- las decisiones y posturas que adopten las grandes potencias mundiales.

Antes de hablar de causas y consecuencias, Zanettini marcó la importancia estratégica de Ucrania. Explicó que es el segundo país en extensión de Europa, un gran productor de alimentos y que su ubicación lo convierte en el puente entre Europa occidental y oriental, es el eslabón en la disputa geopolítica que libran ambas zonas.

El profesional, miembro de la Sociedad Argentina de Análisis Político (Saap), describió al país como una forma de entender el conflicto. Dijo que Ucrania tiene una parte occidental (pro europea) de base agrícola y una oriental (pro rusa) más industrializada, en la que se hablan varias lenguas como ucraniano, ruso, rumano y húngaro, y que es un país en el que históricamente conviven dos fuertes nacionalidades.

Zanettini también describió al presidente de Rusia, como un condimento extra para comprender el conflicto. Dijo que este exoficial de la policía secreta y abogado es un hombre muy preparado, hedonista, individualista, megalómano, homofóbico, que no es estrictamente un comunista, sino que es más propenso a una visión conservadora vinculada a la Rusia imperial. Por eso, consideró que actúa como un nuevo zar, con una oligarquía que se enriqueció y creció bajo su poder.

 

Multiplicidad de causas

El analista explicó que las causas del conflicto son de larga data, aunque marcó al año 2014 como una bisagra, cuando Ucrania bajo un gobierno pro ruso decidió no incorporarse a la Unión Europea (UE), lo que generó una revuelta, la caída del presidente y el posterior llamado a elecciones en las que se impuso un gobierno pro occidental. Frente a esto, dijo que Putin decidió tomar Ucrania por la fuerza y anexionar la península de Crimea (central por su base militar), casi sin resistencia porque en ese momento Ucrania no tenía un ejército entrenado. A esto se sumaron los movimientos separatistas en las provincias de Donetsk y Lugansk (en el límite con Rusia) que se declararon repúblicas independientes, un conflicto que continuó entre las milicias de esa región y el ejército ucraniano.

En medio de este escenario complejo -explicó el profesional- Putin intentó generar una nueva arquitectura de seguridad para Rusia, por la debilidad en que quedó luego de la disolución en 1991 de la URSS. Para lograrlo, buscó ingresar tanto a la UE como a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) una alianza defensiva liderada por Estados Unidos, pero sus miembros rechazaron la propuesta, lo que generó resentimientos.

A este clima tenso -comentó el experto- se sumó que la OTAN incumplió su compromiso de no avanzar hacia el Este, ya que se instaló en países bálticos con tropas y armamento, por lo que Rusia se vio prácticamente rodeada. Todos estos condimentos fueron el caldo de cultivo para que Putin decidiera invadir Ucrania el 24 de febrero de 2020, con los argumentos de que en en ese país había un gobierno nazi y que se estaba produciendo un genocidio con los rusos que viven en el Este de ese país.

Zanettini describió a Vladimir Putin como un hombre muy preparado, individualista y megalómano. Foto: Télam

 

Un nuevo orden mundial

Zanettini consideró que el conflicto será el germen de una nueva guerra fría y de un nuevo orden mundial tripartito, en el que se disputarán poder Estados Unidos, China y Rusia. Sin embargo, advirtió que cualquier interpretación está atada a los movimientos de las potencias mundiales y -en especial- a la actuación de países que históricamente fueron neutrales, como Suiza, Suecia o Finlandia, y que ahora se sumaron a las sanciones económicas impuestas a Rusia.

Respecto de una posible nueva guerra fría, Zanettini interpretó que la apuesta será contener a Rusia en su vocación de reconstruir un imperio. Según su visión, Putin tendrá una influencia directa sobre los países que formaron parte de la URSS, y aunque hoy son repúblicas independientes, y una muestra de eso es que ya intervino en Georgia, Chechenia y ahora en Ucrania.

En cuanto al nuevo orden, el profesional comentó que luego de la Segunda Guerra Mundial se impuso un sistema bipolar, en el que Estados Unidos representaba al mundo capitalista y la URSS al mundo comunista. Ese sistema -explicó- dejó de existir en 1991 con la caída de la URSS, lo que llevó a la unipolaridad, con Estados Unidos como único referente, una situación que se extendió por 20 años, cuando China emergió como una potencia.

Para el profesional, el conflicto actual consolidará el sistema multipolar, donde no existirá una referencia única, ya que la consolidación de China como la segunda economía del mundo planteó una confrontación directa a  la hegemonía de EEUU. Dijo que el centro de la lucha ya no será el aspecto ideológico, sino el  comercial y tecnológico, para lo cual China desarrolló lo que se conoce como “La nueva ruta de la seda”, en la que se vincula con países de Europa, Asia, África y América Latina para desarrollar infraestructura, a cambio de asegurarse materias primas.

¿Cuál fue y es el papel de Rusia en el actual concierto mundial? Zanettini explicó que Putin no podía participar en ese nuevo orden al mismo nivel de las otras potencias, porque la economía de su país es pequeña en relación a los otros dos actores. Sin embargo, señaló que el ámbito en el que sí puede competir es militar y en la provisión de armamento, ya que Rusia y Estados Unidos son las únicas potencias con armamento nuclear capaz de asegurar la destrucción del mundo. Este es el condimento -dijo- de esta mesa tripartita, a la que están sentadas Estados Unidos. China y en la que Rusia pretende un lugar.

Para Zanettini el papel de China será clave en la configuración del nuevo orden mundial. Consideró que a diferencia de EEUU y Rusia, no tiene vocación imperial, que planifica a largo plazo y ejerce un “poder blando”, porque tienen un concepto de hegemonía pero en un contexto de cooperación.

El conflicto sigue escalando y ya  dejó a miles de ucranianos sin hogar. Foto: AFP/Télam

Consecuencias para América Latina

El analista internacional comentó que la invasión rusa a Ucrania impactará en América Latina en especial en dos sectores: el agroalimentario y el energético. Esto -explicó- porque la región depende de las importaciones de petróleo y gas licuado de Rusia y de cereales como maíz y de aceites, en especial de girasol, de Ucrania.

Teniendo en cuenta este aspecto, aseguró que en América Latina y Argentina el conflicto tendrá un gran impacto, porque significará aumentos en los precios del transporte, de la electricidad, del gas y de algunos alimentos esenciales.

El analista señaló que si bien el aumento del precio de los cereales podría considerarse positivo para Argentina porque venderá más e ingresarán más dólares, aseguró que el salgo será negativo porque deberá enfrentar los costos para la importación de petróleo y gas licuado, ya que desde 2011 el país perdió la capacidad de auto abastecimiento.

Para Zanettini, el conflicto provocará un efecto inflacionario en toda la región, una situación que impactará especialmente en países como Argentina, donde los índices ya son muy altos y podrían aumentar algunos puntos más.

 

 

 

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