La resolución casi tirana de la CONMEBOL de forzar el reinicio del fútbol para las competencias continentales responden a la necesidad de lucrar. El negocio nuevamente atentando contra el deporte más lindo del mundo. Pero también hay que pensar en el servilismo de las asociaciones miembro y en el permiso concedido por los Estados.

En julio CONMEBOL resolvió arrancar las Copas Libertadores y Sudamericana, en una votación donde Argentina votó en contra. El motivo de la fecha impuesta (15 de setiembre), respondía a una estimación de la posibilidad de que bajara la cantidad de contagios y se convirtiera en una situación controlable.

En Argentina, ha continuado creciendo, a menor ritmo, pero en algunas zonas del país, donde antes no había circulación comunitaria, la situación se ha vuelto grave. Y en los demás países sudamericanos los contagios tampoco están controlados.

El caso paradigmático de Boca, que hasta el momento tiene 22 jugadores contagiados a pesar de contar con los recursos para costear los más exigentes protocolos, refleja que hay una realidad en nuestro país que vuelve ilógico el retorno de la competencia. Luego será responsabilidad de las autoridades del club de la Ribera estudiar qué pasó con todas las medidas sanitarias para que se produjera ese brote tan significativo en la delegación.

El profe Fernando Signorini, histórico preparador físico de la Selección Argentina y muy reconocido en el fútbol nacional, en diálogo con Radio U señaló que una vez recuperados los jugadores necesitarían “mínimo dos o tres semanas” para recuperar estado físico luego de la enfermedad.

El caso del plantel Xeneize demuestra, además, la tiranía de la CONMEBOL que no se mueve un milímetro de su decisión que todos los partidos se disputen. Boca hoy tiene sólo diez jugadores disponibles para el encuentro frente a Libertad en Paraguay. El reglamento de Libertadores para esta reanudación señala que si un equipo no se presenta por el virus, pierde los puntos por abandono. “Es una falta de respeto a la esencia del deporte, es una falta de respeto a los futbolistas, a quienes siguen teniendo como ovejas de un rebaño de un poder despiadado, insensible y casi perverso, que los sigue manejando”, señala Signorini.

Que el Gobierno Nacional y el Ministerio de Salud de la Nación permitan que se compita en estas situaciones “es algo vergonzoso, no se puede avalar que se juegue en estas condiciones. Están arriesgando la salud de los chicos y de sus familias con tal de que se juegue. Entonces que jueguen los dueños del circo” aseveró Fernando Signorini. Además el Profe argumentó sobre la “injusticia que se comete al permitirle a los clubes de Primera entrenarse, cuando a equipos del interior no”, viviendo la misma situación.

Por lo pronto, la Copa Libertadores  para los argentinos vuelve el próximo jueves 17  de setiembre y se abre el interrogante: ¿Están dadas las condiciones para que se juegue? “En estas condiciones, en los grandes bloques urbanos tendría que ser imposible, pero cuando les meten la mano en el bolsillo…” concluyó Signorini.

Escuchá a continuación la entrevista completa.