El lugar que recibirá mayor impacto por el cierre temporal del aeropuerto en la provincia será la Terminal de ómnibus. Es que desde este lugar, en el que se recibe y despide a miles de personas que viajan por vía terrestre, se harán los traslados a los aeropuertos alternativos a partir del próximo 7 de septiembre y hasta el 7 de diciembre.

Aunque hay un sector pensado para los traslados hacia y desde los aeropuertos de San Juan, San Luis y San Rafael (plataformas de la 1 a la 5 del extremo sur del ala este), los testimonios de distintos trabajadores de la terminal dejan entrever la poca información que se da, ya que hay diversas opiniones sobre la organización del operativo y la seguridad.

Un chofer de la empresa Andesmar dijo en diálogo con Unidiversidad que los cambios previstos para estos tres meses, aún sin que siquiera haya cerrado la estación aérea, ya “les complica la vida” a quienes trabajan ahí, específicamente para trasladar las encomiendas desde los vehículos hasta las oficinas en donde se despachan. Según el conductor, el operativo “les favorecerá a las personas que deciden esto, pero no a las personas que trabajamos acá”.

Siguiendo esta misma línea, dos maleteros dijeron que para ellos no está bien organizado y que además no se les ha dado ningún tipo de información. Creen, también, que empeorará la inseguridad. En contraposición a estas afirmaciones, un trabajador de limpieza dijo que según sus cálculos, la inseguridad en la Terminal ha disminuido, en cuanto a robos, alrededor del 80 % desde el cambio de administración.

También expresó que para él está todo bien organizado, señalando el área sudeste donde están las plataformas desde donde partirán y llegarán los transportes gratuitos hacia los otros aeropuertos. Otra trabajadora de la Terminal, que atiende un local donde se vende música y libros, coincidió con el trabajador de limpieza.

Por su parte, uno de los “canillitas”, que trabaja desde la década del 80 en el lugar, manifestó su preocupación porque, según él, los arreglos que han hecho no sirven de nada si no se priorizan otros problemas de infraestructura. Se refirió, particularmente, al mal estado del asfalto del ingreso a las plataformas y al mal estado de los baños.

En respuesta a estas inquietudes, Mónica Miguel, subgerenta de la administración de la Terminal, explicó que habrá más efectivos policiales para intentar que la inseguridad siga en reducción. El lugar contará con personal de servicios extraordinarios, de la Comisaría N.º 25, de gendarmería, policía turística y algunas empresas privadas de seguridad.

En cuanto al “bacheo” de la entrada, Miguel aseguró que hace tres meses que intentan repararlo, cosa que recién se concretará esta semana. La funcionaria dijo que no se debe al cierre del aeropuerto, sino porque ya estaba contemplado arreglar ese problema. En cuanto a los baños, ya se arreglaron los del ala este y se continuará con el resto.

Dentro de la Terminal se ha preparado, además, una sala de preembarque para quienes se trasladen hacia los aeropuertos alternativos.

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