“Este caso, impune, yo te lo puedo asegurar, no va a quedar”, dijo la madre de María José Coni, Gladis Stefanis, durante la conferencia de prensa que se realizó este miércoles 6. El objetivo de este encuentro, realizado en el Hotel San Martín, fue oficializar la petición de la Asociación Xumek y de ambas familias para que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) intervenga en la investigación por el femicidio en Montañita.  

Según el representante de Xumek, Lucas Lecour, presentaron una medida cautelar para exigir al Estado de Ecuador “una investigación seria e imparcial de todas las hipótesis que no se están tomando en cuenta en la causa”. “El único sentido de la cautelar es que la CIDH intervenga en la investigación solicitando a Ecuador una investigación más seria, diligente y eficaz de lo que sucedió con María José y Marina”, explicó el abogado al comienzo de una conferencia de prensa en la que estaban presentes los familiares.

El principal motor de esta presentación del caso frente a la CIDH son las irregularidades que se detectaron a lo largo de toda la investigación. La ley ecuatoriana establece 90 días hábiles para que se analicen e investiguen este tipo de causas. Sin embargo, en causas particulares estos lapsos se pueden extender hasta 30 días más. Con el femicidio de María José y Marina, la investigación se detuvo a los 90 días sin posibilidad de prorrogarla. Familiares de ambas señalaron que desde la Fiscalía aseguraron que “en 30 días más no se iba a poder determinar a otros involucrados”.

El padre de Marina, Renato Menegazzo, explicó a los medios locales que desde que se imputó “al Negro y al Rojo, como los llaman ellos”, ellos serían los único enjuiciados. Sin embargo, agregó que ambas familias saben que estos acusados no fueron los que “habían violado a las chicas”. lo cual refuerza mucho más la hipótesis de que en el crimen de estas jóvenes mendocinas participaron más que dos personas.

Otro de las teorías manejadas por Xumek y por los familiares es que algunos policías que participaron en el rastrillaje e investigación estarían vinculados con una red de trata de personas y de narcotráfico. Estas hipótesis son las que solicitan que se investiguen seriamente.

“Me baso en las palabras del fiscal general, quien dijo que los resultados de la investigación no habían sido muy satisfactorios para ellos”, dijo el padre de Marina con respecto a la apreciación hecha por el primer abogado defensor que los asesoró en Ecuador. Renato Menegazzo aseveró que todos los familiares sospechan que los otros sujetos que participaron del femicidio podrían “tener influencia o cierta notoriedad en la comunidad de Montañita”.

Paula Menegazzo, hermana de Marina, explicó que cuando su padre fue a Ecuador preguntó cuál había sido el elemento que habían usado para acabar con la vida de su hija y nadie supo contestarle. “Hay muchas cosas que no nos cuadran”, agregó respecto del desconocimiento total de ciertas aristas del crimen por la Justicia de Ecuador.  Al respecto, Gladys Stefanis explicó que en la morgue donde estaban los cuerpos de las jóvenes no funcionaba la cámara de frío y, como si fuera poco, los médicos intervenían sin equipos esterilizados.

La madre de Marina junto a dos hermana de Maria José y al padre. Foto: Axel Lloret.

“Nosotros ya tenemos desconfianza con el gobierno de Ecuador, porque estamos a una distancia en la que no podemos seguir el caso las 24 horas desde allí”, remarcó Stefanis con respecto al proceso de investigación llevado a cabo por la Justicia ecuatoriana.

“No queremos un segundo Bolognezi en Ecuador”, argumentó Lecour casi al final de la conferencia aludiendo al caso de José Luis que, lamentablemente, quedó impune. 

Tanto los abogados como los familiares de Marina y María José concuerdan en que la CIDH debe “investigar ahora, porque si se deja pasar el tiempo, el éxito de la investigación es nulo”. Sin embargo, es cierto que a medida que pasa el tiempo, las pruebas y pericias van desapareciendo “o se van armando para la impunidad”, según las palabras de Lecour.