Cada vez que se avecina un clásico escuchamos cientos de frases tan ciertas como trilladas: “No importa cómo se jueguen, hay que ganarlos”, “en esos partidos es importante no perder”, “es el juego que esperás todo el año”, “son partidos aparte”, y la lista continúa haciéndose interminable. Pero pocas  locuciones (o ninguna) llenan o representan, semánticamente hablando, lo que el hincha siente. Y más si el clásico en cuestión es un Maipú-Gutiérrez o, para que nadie se ofenda, Gutiérrez-Maipú.

Es que, sin desmerecer el resto de los encuentros con rivalidad histórica, éste tiene todo el folclore del barrio, lo que hace que, tanto para periodistas como jugadores, sea difícil lograr tremenda empatía en una simple frase. Para los fanáticos, este encuentro comenzó a disputarse hace varios días, cuando las cargadas y apuestas con sus vecinos (porque Botelleros y Celestes comparten el mismo espacio físico) comenzaron a ser parte de la rutina. Así, en la oficina, en las tareas del municipio, en la fábrica y en el negocio de la esquina no se habla de otra cosa. La economía, la política, la religión y hasta la familia pasan a un segundo plano por un momento determinado. Y las promesas a algún santo, las cábalas y hasta las visitas a algún brujo o gurú están a la orden del día.

Mañana, desde las 16.30, cuando Pablo Echeverría pite el comienzo, las calles aledañas a Boedo serán un desierto. Y del otro lado del departamento, la radio será unísona para los hinchas cruzados.

A la cancha saltarán dos equipos con distintas necesidades, pero con el objetivo de quedarse los tres puntos teniendo en cuenta sus aspiraciones. El local, apremiado por sumar para salir de la zona del descenso, el visitante con la mirada puesta en los equipos que tiene arriba de cara a la clasificación.

Por el lado de Maipú, Carlos Sperdutti no podrá contar con el retorno de Agustín Roques, una de las grandes figuras que ha tenido el equipo a lo largo del certamen. El volante no se recuperó de la dolencia física que lo marginó del partido ante Desamparados y volverá a mirar el choque desde las gradas. En la delantera habría una variante más, dado que Martín Gómez, recuperado de su desgarro, entraría por Genaro Vuanello.

Gonzalo Gómez; Marcos Benítez, Julio Villarino y Javier Murcia; Judelín Aveska, Emiliano Fernández, Oscar Amaya, Juan Pablo Montaña y Cristian Jofré o  Sebastián Coria; Martín Gómez y Gonzalo Parisi; serían los once que terminará el técnico del Botellero.

En tanto, por el lado del Perro los titulares serían: José Luis Martínez Gullota; Mauro Orue, Juan Manuel Barrera, Jesús Nievas y Mauro Visaguirre; Leandro Valenti, Emanuel Díaz y Nicolás Dávila o Franco Maldonado; Franco Olmos, Joan Juncos y Matías Chavarría.

Escuchá a Oscar Amaya a continuación.