Otro equilibrio mundial de poderes
El ascenso del sur está cambiando radicalmente el mundo del siglo XXI, con naciones en desarrollo que impulsan el crecimiento económico, sacan a millones de personas de la pobreza y conducen a otros miles de millones hacia una nueva clase media mundial. Así lo consigna el Informe sobre Desarrollo Humano 2013 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo9
Publicado el 20 DE MARZO DE 2013
"El ascenso del Sur no tiene precedentes en cuanto a velocidad y escala", dice el Informe PNUD 2013. "Nunca antes en la historia, las condiciones de vida y las perspectivas de futuro de tantas personas habían cambiado tanto ni tan rápido". Este fenómeno abarca más que los países de medianos ingresos del denominado BRIC, usualmente representados por Brasil, Rusia, India y China. El Informe muestra que más de 40 países en desarrollo han efectuado mayores avances en desarrollo humano en las últimas décadas de lo que se había previsto. Estos logros, explica, son atribuibles en gran medida a la inversión sostenida en programas sociales, de educación y de atención de salud, y al compromiso abierto con un mundo cada vez más interconectado.
Este progreso histórico está creando oportunidades para que el Sur y el Norte colaboren de nuevas maneras con el fin de hacer avanzar el desarrollo humano y enfrentar desafíos compartidos, como el cambio climático, describe el Informe. Los países del Sur están extendiendo el comercio, la tecnología y los lazos de políticas por todo el Norte, mientras que el Norte está mirando al Sur en busca de nuevas asociaciones que puedan promover el crecimiento y el desarrollo mundiales.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2013, "El ascenso del Sur: Progreso humano en un mundo diverso", fue presentado por Helen Clark, Administradora del PNUD, y el Presidente de México Enrique Peña Nieto. "El Informe 2013 realiza un aporte significativo al pensamiento del desarrollo describiendo los impulsores específicos de la transformación del desarrollo y sugiriendo prioridades de políticas futuras que podrían ayudar a sostener dicho impulso", detalla Helen Clark en el prólogo.
Este progreso histórico, a su vez, está creando oportunidades para nuevas asociaciones entre el Sur y el Norte (o entre países en desarrollo y desarrollados, respectivamente) para enfrentar desafíos compartidos, como el cambio climático, y para cooperar de nuevas maneras que agilicen el desarrollo humano en todas partes del mundo, declara el Informe.
"El Sur en su totalidad está impulsando un crecimiento económico mundial y cambios sociales por primera vez en siglos", señala el Informe, que brinda una mirada detallada sobre este mundo de rápidos cambios.
Por ejemplo:
China e India duplicaron la producción económica per cápita en menos de 20 años; una tasa dos veces más rápida que la de la Revolución Industrial en Europa y América del Norte. "La Revolución Industrial fue una historia que involucró, quizá, a unos cientos de millones de personas, pero esta es una historia de miles de millones de personas", explica Khalid Malik, el autor principal del Informe 2013.
Llegado el año 2020, prevé el Informe, la producción combinada de las tres economías líderes del Sur (China, India y Brasil) superará la producción total de Estados Unidos, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y Canadá.
Con estándares de vida crecientes en gran parte del Sur, la proporción de personas que viven con pobreza extrema de ingresos en todo el mundo cayó en picada del 43 por ciento en 1990 al 22 por ciento en 2008, incluidas más de 500 millones de personas que salieron de la pobreza en China, solamente. Como resultado, el mundo ya ha logrado la meta principal de erradicación de la pobreza de los Objetivos de desarrollo del milenio, que pugnaba porque la proporción de personas que vivían con menos de US$1,25 por día se redujese a la mitad entre 1990 y 2015.
Los países en desarrollo prácticamente duplicaron su proporción del comercio internacional de mercancías del 25 al 47 por ciento entre 1980 y 2010, observa el Informe. El comercio en el interior del Sur fue el factor más grande de esa expansión, al ascender de menos del 10 por ciento a más del 25 por ciento de todo el comercio mundial en los últimos 30 años, mientras que el comercio entre los países desarrollados disminuyó del 46 a menos del 30 por ciento. El comercio entre los países del Sur superará el comercio entre las naciones desarrolladas, prevé el Informe. El incremento de la apertura hacia el comercio guarda una relación con el logro creciente del desarrollo humano en la mayoría de los países en desarrollo.
El Sur cada vez es más interdependiente y está más interconectado. La mayoría de los hogares de Asia y América Latina, y de gran parte de África, poseen teléfonos móviles con conexión a Internet; el mayor número de estos teléfonos inteligentes asequibles son producidos por compañías instaladas en el Sur. Brasil, China, India, Indonesia y México tienen actualmente una mayor circulación diaria de medios sociales que cualquier otro país, excepto Estados Unidos. Las interconexiones mundiales crecientes del Sur son tanto personales como virtuales: la migración entre países en desarrollo recientemente ha sobrepasado la migración neta desde el Sur hacia el Norte.
El mundo está presenciando un "reequilibrio mundial" que marcará un hito. El ascenso del Sur revierte el enorme cambio que vio a Europa y América del Norte eclipsar al resto del mundo, comenzando por la Revolución Industrial, pasando por la era colonial y desembocando en la dos Guerras Mundiales del siglo XX. Ahora, otro cambio tectónico ha colocado a los países en desarrollo en una curva ascendente. El Informe predice que el denominado "Ascenso del Sur" podría continuar y acelerarse aún más conforme transcurra el siglo XXI.
Las instituciones mundiales aún no se han puesto al día con este cambio histórico. China, con la segunda economía más grande del mundo y las mayores reservas en divisas extranjeras, tiene una proporción del 3,3 por ciento en el Banco Mundial, por debajo del 4,3 por ciento que posee Francia. India, que pronto superará a China como país más populoso del mundo, no tiene un escaño permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. África, con sus 1000 millones de personas en 54 naciones soberanas, no cuenta con representación suficiente en la mayoría de las instituciones internacionales.
Enfrentar los desafíos, mantener el impulso
El Sur enfrenta desafíos a largo plazo compartidos por los países industrializados del Norte que incluyen, entre otros, el envejecimiento poblacional, las presiones ambientales, las desigualdades sociales, los desequilibrios entre la preparación educativa y las oportunidades laborales, y la necesidad de un compromiso cívico importante. Estos requieren soluciones tanto nacionales como mundiales, si los países en desarrollo quieren mantener su impulso hacia el desarrollo humano.
La inacción ambiental, especialmente con respecto al cambio climático, tiene el potencial de detener e, incluso, de revertir el progreso del desarrollo humano en los países y comunidades más pobres del mundo, advierte el Informe. La cantidad de personas con pobreza extrema podría incrementarse hasta tres mil millones en 2050, a menos que se eviten desastres ambientales mediante una acción mundial coordinada, agrega.
En los países en desarrollo más avanzados, como los del Norte, el envejecimiento poblacional está aumentando la carga sobre la fuerza de trabajo productiva, declara el Informe. Ciertas regiones más pobres, sin embargo, podrían beneficiarse de un "dividendo demográfico", ya que su proporción de población económicamente activa está en aumento, indica el Informe, pero únicamente si se toma una medida de políticas adecuada para cosechar este dividendo.
Las proyecciones de este Informe analizan el impacto demográfico potencial de las políticas educativas nacionales ambiciosas, similares a las implementadas en décadas recientes por la República de Corea. El pronóstico sugiere que un progreso educativo más rápido también reduciría sustancialmente la mortalidad infantil; el resultado directo de las mejoras en las oportunidades de educación continua para las niñas y los beneficios comprobados que implican para los niños el tener madres instruidas. En India, por ejemplo, un progreso educativo acelerado como el de la República de Corea podría reducir la mortalidad infantil a la mitad en las generaciones futuras.
La educación de las mujeres en la adultez es lo más parecido a la fórmula de la "solución mágica" para acelerar el desarrollo humano, muestra la investigación del Informe.
La pobreza extrema es todavía un problema serio en gran parte del mundo en desarrollo, destaca el Informe. Se calcula que alrededor de 1,57 mil millones de personas, o más del 30 por ciento de la población de los 104 países analizados en este Informe, viven en condiciones de pobreza "multidimensional", incluidas 612 millones de personas en India.
El Informe advierte que estructuras políticas no receptivas pueden despertar el malestar civil, especialmente si las oportunidades económicas no se mantienen al ritmo de los avances educativos, como sucedió en los países que fueron parte de las revueltas en la región de los Estados Árabes en 2011. Actualmente, dichas tensiones sociales también se sienten poderosamente en muchos países desarrollados, aclara el Informe, donde políticas de austeridad y un crecimiento en descenso provocan dificultades a millones de personas.
"Existe un "sur" en el Norte y un "norte" en el Sur", sentencia el Informe.
Nuevos recursos, nuevas oportunidades, nuevas instituciones
El Sur en sí mismo tiene tanto los conocimientos como los recursos para convertirse en una potente fuerza en el desarrollo mundial, asevera el Informe. Los países en desarrollo ahora ostentan dos tercios del total mundial de 10,2 billones de dólares de reservas en divisa extranjera, que incluyen más de $3 billones de dólares de China solamente y casi tres cuartos de los $4,3 billones de dólares de activos controlados por fondos soberanos de todo el mundo. El Informe señala que incluso una pequeña proporción de estas enormes sumas podría tener un rápido impacto mensurable en la pobreza mundial y el desarrollo humano.
El Informe 2013 asevera que el ascenso del Sur está desafiando a las instituciones mundiales existentes para que cambien y muestren nuevas maneras en que los países y regiones pueden trabajar conjuntamente para enfrentar desafíos compartidos. Puesto que las instituciones internacionales anteriores no lograron adaptarse, nuevos mecanismos están emergiendo, como las redes simultáneas de cooperación nacional y continental; incluidos pactos regionales de comercio, agrupaciones de seguridad, bancos de desarrollo y acuerdos bilaterales.
El Sur necesita una mayor representación en la gobernanza mundial, lo que también requiere asumir una mayor responsabilidad, aclara el Informe. Hace tiempo que el sistema mundial debería haber implementado reformas, por lo que el Informe pugna por un "pluralismo más coherente" en la gobernanza internacional, impulsado a nivel nacional por una "soberanía responsable"; o el reconocimiento de que, en un mundo interconectado, las decisiones de políticas nacionales afectan a los países vecinos y, muchas veces, a todo el planeta.
El Informe insta a la convocatoria de una nueva "Comisión del Sur", donde los países en desarrollo tomen la delantera para sugerir nuevos enfoques constructivos destinados a una gobernanza mundial eficaz.
El ascenso del Sur, con su potencial para acelerar el progreso de las generaciones futuras, debe considerarse beneficioso para todos los países y regiones, ya que los estándares de vida mejoran y el mundo en su totalidad se vuelve más interdependiente que nunca, enfatiza el Informe.
"El Sur precisa del Norte", dice el Informe, "pero cada vez más, el Norte también precisa del Sur".
Este progreso histórico está creando oportunidades para que el Sur y el Norte colaboren de nuevas maneras con el fin de hacer avanzar el desarrollo humano y enfrentar desafíos compartidos, como el cambio climático, describe el Informe. Los países del Sur están extendiendo el comercio, la tecnología y los lazos de políticas por todo el Norte, mientras que el Norte está mirando al Sur en busca de nuevas asociaciones que puedan promover el crecimiento y el desarrollo mundiales.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2013, "El ascenso del Sur: Progreso humano en un mundo diverso", fue presentado por Helen Clark, Administradora del PNUD, y el Presidente de México Enrique Peña Nieto. "El Informe 2013 realiza un aporte significativo al pensamiento del desarrollo describiendo los impulsores específicos de la transformación del desarrollo y sugiriendo prioridades de políticas futuras que podrían ayudar a sostener dicho impulso", detalla Helen Clark en el prólogo.
Este progreso histórico, a su vez, está creando oportunidades para nuevas asociaciones entre el Sur y el Norte (o entre países en desarrollo y desarrollados, respectivamente) para enfrentar desafíos compartidos, como el cambio climático, y para cooperar de nuevas maneras que agilicen el desarrollo humano en todas partes del mundo, declara el Informe.
"El Sur en su totalidad está impulsando un crecimiento económico mundial y cambios sociales por primera vez en siglos", señala el Informe, que brinda una mirada detallada sobre este mundo de rápidos cambios.
Por ejemplo:
China e India duplicaron la producción económica per cápita en menos de 20 años; una tasa dos veces más rápida que la de la Revolución Industrial en Europa y América del Norte. "La Revolución Industrial fue una historia que involucró, quizá, a unos cientos de millones de personas, pero esta es una historia de miles de millones de personas", explica Khalid Malik, el autor principal del Informe 2013.
Llegado el año 2020, prevé el Informe, la producción combinada de las tres economías líderes del Sur (China, India y Brasil) superará la producción total de Estados Unidos, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y Canadá.
Con estándares de vida crecientes en gran parte del Sur, la proporción de personas que viven con pobreza extrema de ingresos en todo el mundo cayó en picada del 43 por ciento en 1990 al 22 por ciento en 2008, incluidas más de 500 millones de personas que salieron de la pobreza en China, solamente. Como resultado, el mundo ya ha logrado la meta principal de erradicación de la pobreza de los Objetivos de desarrollo del milenio, que pugnaba porque la proporción de personas que vivían con menos de US$1,25 por día se redujese a la mitad entre 1990 y 2015.
Los países en desarrollo prácticamente duplicaron su proporción del comercio internacional de mercancías del 25 al 47 por ciento entre 1980 y 2010, observa el Informe. El comercio en el interior del Sur fue el factor más grande de esa expansión, al ascender de menos del 10 por ciento a más del 25 por ciento de todo el comercio mundial en los últimos 30 años, mientras que el comercio entre los países desarrollados disminuyó del 46 a menos del 30 por ciento. El comercio entre los países del Sur superará el comercio entre las naciones desarrolladas, prevé el Informe. El incremento de la apertura hacia el comercio guarda una relación con el logro creciente del desarrollo humano en la mayoría de los países en desarrollo.
El Sur cada vez es más interdependiente y está más interconectado. La mayoría de los hogares de Asia y América Latina, y de gran parte de África, poseen teléfonos móviles con conexión a Internet; el mayor número de estos teléfonos inteligentes asequibles son producidos por compañías instaladas en el Sur. Brasil, China, India, Indonesia y México tienen actualmente una mayor circulación diaria de medios sociales que cualquier otro país, excepto Estados Unidos. Las interconexiones mundiales crecientes del Sur son tanto personales como virtuales: la migración entre países en desarrollo recientemente ha sobrepasado la migración neta desde el Sur hacia el Norte.
El mundo está presenciando un "reequilibrio mundial" que marcará un hito. El ascenso del Sur revierte el enorme cambio que vio a Europa y América del Norte eclipsar al resto del mundo, comenzando por la Revolución Industrial, pasando por la era colonial y desembocando en la dos Guerras Mundiales del siglo XX. Ahora, otro cambio tectónico ha colocado a los países en desarrollo en una curva ascendente. El Informe predice que el denominado "Ascenso del Sur" podría continuar y acelerarse aún más conforme transcurra el siglo XXI.
Las instituciones mundiales aún no se han puesto al día con este cambio histórico. China, con la segunda economía más grande del mundo y las mayores reservas en divisas extranjeras, tiene una proporción del 3,3 por ciento en el Banco Mundial, por debajo del 4,3 por ciento que posee Francia. India, que pronto superará a China como país más populoso del mundo, no tiene un escaño permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. África, con sus 1000 millones de personas en 54 naciones soberanas, no cuenta con representación suficiente en la mayoría de las instituciones internacionales.
Enfrentar los desafíos, mantener el impulso
El Sur enfrenta desafíos a largo plazo compartidos por los países industrializados del Norte que incluyen, entre otros, el envejecimiento poblacional, las presiones ambientales, las desigualdades sociales, los desequilibrios entre la preparación educativa y las oportunidades laborales, y la necesidad de un compromiso cívico importante. Estos requieren soluciones tanto nacionales como mundiales, si los países en desarrollo quieren mantener su impulso hacia el desarrollo humano.
La inacción ambiental, especialmente con respecto al cambio climático, tiene el potencial de detener e, incluso, de revertir el progreso del desarrollo humano en los países y comunidades más pobres del mundo, advierte el Informe. La cantidad de personas con pobreza extrema podría incrementarse hasta tres mil millones en 2050, a menos que se eviten desastres ambientales mediante una acción mundial coordinada, agrega.
En los países en desarrollo más avanzados, como los del Norte, el envejecimiento poblacional está aumentando la carga sobre la fuerza de trabajo productiva, declara el Informe. Ciertas regiones más pobres, sin embargo, podrían beneficiarse de un "dividendo demográfico", ya que su proporción de población económicamente activa está en aumento, indica el Informe, pero únicamente si se toma una medida de políticas adecuada para cosechar este dividendo.
Las proyecciones de este Informe analizan el impacto demográfico potencial de las políticas educativas nacionales ambiciosas, similares a las implementadas en décadas recientes por la República de Corea. El pronóstico sugiere que un progreso educativo más rápido también reduciría sustancialmente la mortalidad infantil; el resultado directo de las mejoras en las oportunidades de educación continua para las niñas y los beneficios comprobados que implican para los niños el tener madres instruidas. En India, por ejemplo, un progreso educativo acelerado como el de la República de Corea podría reducir la mortalidad infantil a la mitad en las generaciones futuras.
La educación de las mujeres en la adultez es lo más parecido a la fórmula de la "solución mágica" para acelerar el desarrollo humano, muestra la investigación del Informe.
La pobreza extrema es todavía un problema serio en gran parte del mundo en desarrollo, destaca el Informe. Se calcula que alrededor de 1,57 mil millones de personas, o más del 30 por ciento de la población de los 104 países analizados en este Informe, viven en condiciones de pobreza "multidimensional", incluidas 612 millones de personas en India.
El Informe advierte que estructuras políticas no receptivas pueden despertar el malestar civil, especialmente si las oportunidades económicas no se mantienen al ritmo de los avances educativos, como sucedió en los países que fueron parte de las revueltas en la región de los Estados Árabes en 2011. Actualmente, dichas tensiones sociales también se sienten poderosamente en muchos países desarrollados, aclara el Informe, donde políticas de austeridad y un crecimiento en descenso provocan dificultades a millones de personas.
"Existe un "sur" en el Norte y un "norte" en el Sur", sentencia el Informe.
Nuevos recursos, nuevas oportunidades, nuevas instituciones
El Sur en sí mismo tiene tanto los conocimientos como los recursos para convertirse en una potente fuerza en el desarrollo mundial, asevera el Informe. Los países en desarrollo ahora ostentan dos tercios del total mundial de 10,2 billones de dólares de reservas en divisa extranjera, que incluyen más de $3 billones de dólares de China solamente y casi tres cuartos de los $4,3 billones de dólares de activos controlados por fondos soberanos de todo el mundo. El Informe señala que incluso una pequeña proporción de estas enormes sumas podría tener un rápido impacto mensurable en la pobreza mundial y el desarrollo humano.
El Informe 2013 asevera que el ascenso del Sur está desafiando a las instituciones mundiales existentes para que cambien y muestren nuevas maneras en que los países y regiones pueden trabajar conjuntamente para enfrentar desafíos compartidos. Puesto que las instituciones internacionales anteriores no lograron adaptarse, nuevos mecanismos están emergiendo, como las redes simultáneas de cooperación nacional y continental; incluidos pactos regionales de comercio, agrupaciones de seguridad, bancos de desarrollo y acuerdos bilaterales.
El Sur necesita una mayor representación en la gobernanza mundial, lo que también requiere asumir una mayor responsabilidad, aclara el Informe. Hace tiempo que el sistema mundial debería haber implementado reformas, por lo que el Informe pugna por un "pluralismo más coherente" en la gobernanza internacional, impulsado a nivel nacional por una "soberanía responsable"; o el reconocimiento de que, en un mundo interconectado, las decisiones de políticas nacionales afectan a los países vecinos y, muchas veces, a todo el planeta.
El Informe insta a la convocatoria de una nueva "Comisión del Sur", donde los países en desarrollo tomen la delantera para sugerir nuevos enfoques constructivos destinados a una gobernanza mundial eficaz.
El ascenso del Sur, con su potencial para acelerar el progreso de las generaciones futuras, debe considerarse beneficioso para todos los países y regiones, ya que los estándares de vida mejoran y el mundo en su totalidad se vuelve más interdependiente que nunca, enfatiza el Informe.
"El Sur precisa del Norte", dice el Informe, "pero cada vez más, el Norte también precisa del Sur".