“El arte no tiene que ser un privilegio, tiene que ser algo que le llegue a todo el mundo”

Así los afirmó la cantante soprano mendocina Mariana Flores. Desde hace varios años está radicada en Francia y llegó a la Argentina para cantar en el Colón. En una entrevista con Unidiversidad reflexionó sobre la ópera a nivel mundial, la importancia de atraer a jóvenes hacia este género musical y las políticas de Estado para fomentar la cultura.

"El arte no tiene que ser un privilegio, tiene que ser algo que le llegue a todo el mundo"

La cantante mendocina Mariana Flores regresó a la Argentina para cantar en el Colón / Foto: Unidiversidad

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Agustina Barbero para Unidiversidad

Publicado el 05 DE DICIEMBRE DE 2023

La mendocina Mariana Flores es cantante soprano y actualmente vive y se desempeña en Francia. Llegó a la Argentina para cantar en el Teatro Colón y aprovechó para visitar su tierra natal. Con Unidiversidad habló sobre la ópera a nivel mundial y de la importancia que tiene incluir a las personas más jóvenes para renovar su público. Sostuvo que para desarrollar la cultura es clave el rol del Estado y, por eso, repasó las medidas principales que para ella funcionan en su país de residencia. Estas tienen como objetivo que las expresiones artísticas sean accesibles para todos los grupos sociales y que el arte no solo se concentre en las grandes ciudades, sino que también llegue a aquellos pueblos alejados. “El arte no tiene que ser un privilegio, tiene que ser algo que le llegue a todo el mundo”, sostuvo.

La soprano se formó en canto en la Facultad de Artes y Diseño de la UNCUYO con Silvia Nasiff y en interpretación con la repertorista María Teresa D´Amico. Pero en 2010 decidió irse a Europa a cumplir su sueño: vivir del arte. Sin embargo, la cantante sigue preservando sus raíces y tradición, algo que se refleja en su nuevo álbum “Alfonsina: canciones Argentinas”, en el cual interpreta la música tradicional del país como las tonadas, el gato, entre otros géneros. “El arte educa, te abre la cabeza, te hace sensible, te hace mejor ser humano”, comentó para Unidiversidad.

Este 27 de noviembre se presentó en el Teatro Colón junto a su grupo Capella Mediterránea, dedicado al campo de la música renacentista y barroca. Allí ofrecieron el espectáculo “Pecados Capitales”. En su vuelta a la Argentina aprovechó para pisar Mendoza y dio una entrevista para Unidiversidad.

La importancia del arte en la sociedad

¿Cuál creés que es la importancia de la ópera a nivel mundial?

Las grandes potencias mundiales han visto que la ópera no debe llegar a un grupo selecto o a una élite. Hoy vemos que hay precios muy altos para comprar un billete (entrada), así como también precios muy baratos. Yo vivo cerca de Ginebra (Suiza) y veo que intentan hacer algunos días con promociones para que puedan venir los jóvenes y los estudiantes. Hay promociones para que realmente el público joven se empiece a acercar a la ópera. En general, el público de la ópera ha sido grande (en referencia a personas adultas), que ahora está empezando a morir. Por esto, hay que atraer a las nuevas generaciones para que vuelvan a creer en ella. El punto fuerte hoy es innovar en las puestas en escena, en el repertorio, esto ha hecho que en los últimos años haya un movimiento más joven. 

En la charla, remarcó que los y las jóvenes, en general, no acuden a estos espectáculo debido a los preconceptos y prejuicios que catalogan a la ópera de aburrida. “Yo creo que en realidad es un miedo, uno le tiene miedo a lo desconocido”, afirmó la soprano. 

Para probar si este tipo de espectáculos es para uno, aportó que es interesante presenciar la puesta en escena y escuchar a diferentes cantantes en vivo. "A lo mejor viste un espectáculo en la tele y ni yo me fumo una ópera en la tele”, afirmó Mariana.

¿Creés que en algunos países se les da mayor importancia a la ópera?

Sí, quiero destacar que en Francia hay muchas casas de ópera y festivales. Los franceses dicen "Liberté, Égalité, Fraternité", les importa que el arte les llegue a todos. No importa que sea un pueblito pequeño perdido en la nada, ahí va a haber un festival de algo. Eso me parece muy bien porque el arte educa, te abre la cabeza, te hace sensible, te hace mejor ser humano, todo esto aunque no seas artista. El hombre no puede vivir sin el arte. Lo comprobamos con el COVID-19, sin música y sin las películas no hubiéramos podido hacer nada. Allí cuando nos quedamos sin comunicación, nuestra manera de manifestarnos fue a través del arte. Por esto, el arte no tiene que ser un privilegio, tiene que ser algo que le llegue a todo el mundo

¿Es común que las personas jóvenes en Francia quieran dedicarse al arte de manera profesional?

Sí porque existe el lugar. El sistema francés, a los músicos freelance, si no tuvieron concierto en el mes, el Estado les aporta una plata segura. Me parece una genialidad porque el artista independiente sabe que si no trabaja no se queda en la calle. Seguramente muchos enseñan o hacen otras cosas, pero siempre dentro de la música. No es que canto en un concierto y a la noche tengo que manejar el taxi. A mí siempre me decían "¡ah! vas a estudiar música… y qué otra cosa, porque de la música no se puede vivir". Yo no quería eso, yo quería que la música fuera mi pasión y el plato de comida en mi casa. Y bueno, uno cuando elige pierde algunas cosas. Yo perdí el estar cerca de mi familia, de mis amigos, de mi cultura, perdí el estar en mi país que amo. Después de 20 años de estar afuera, yo sigo enterada de todo lo que sucede en Argentina. Estoy muy conectada, mi marido es argentino, mis hijos son suizos, pero son más argentinos que yo. 

Pero ¿qué pasa en Argentina con el arte? Explicó que el motivo principal por el cuál se fue al extranjero fue porque los y las artistas en el país no pueden hacer carrera. “Yo sentía que acá había una cierta cosa de trenzas, de arreglos y no me gusta”, comentó. Esto, según Mariana, es normal que se dé en Argentina porque hay poco lugar para que la gente se desarrolle, y ella sentía que si quería explayarse y desarrollar una carrera tenía que irse. 

Explicó que las óperas barrocas son una buena fuente de trabajo porque son espacios donde las personas pueden tener diez roles, algo que incrementa las oportunidades laborales de los más jóvenes. "Aquí (en Mendoza) hay una materia prima increíble, yo recuerdo voces de las últimas clases que di en 2017 y que yo decía: 'Si vos estuvieras en Europa, ya estarías haciendo carrera'", comentó.

                                                                                 Mariana Flores en concierto. Imagen de su web profesional. 

Conservar las tradiciones más allá del país de residencia

Decís que sos muy argentina, ¿eso se puede ver plasmado en tu nuevo álbum de canciones argentinas?

En 2015, Leonardo (su marido y parte del grupo artístico) nos hizo salir a cantar “Alfonsina y el Mar” (Mercedes Sosa) y ese video se viralizó en YouTube y la gente enloqueció. Entonces dijimos “¡guau!”, porque esta era la música que nosotros hacíamos después de un concierto cuando íbamos a cenar y cantábamos algo. Era el post concierto. Nos dimos como un gusto, fue un regalo, porque no es mi repertorio, pero sí es parte de mí y de mi personalidad. Es la música que canté mucho cuando era chica, con el coro de niños cantores, con mis amigos cuando nos juntábamos a cantar zambas, tonadas, guitarreadas. Tengo un bagaje folclórico fuerte. Nunca nos imaginamos el recibimiento de la gente, que la gente iba a flipar con este disco. 

Luego de la presentación en el Teatro Colón, ¿por qué no viniste a cantar a Mendoza?

He cantado con el ensamble “Violeta Club” y en 2017 di una masterclass y un concierto en la Basílica de San Francisco (Av. España 1426, Ciudad). Yo no pisé de nuevo el Teatro Independencia, no he tenido invitación. Solo lo pisaba cuando cantaba en el “Coro de Niños Cantores de Mendoza”. Son algunas decepciones, porque es mi casa, mi tierra, pero nadie es profeta en su tierra. 

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