El anhelo de una nueva Constitución para Chile

Que se cambie la Constitución a través de una Asamblea Constituyente. Ese fue el resultado por el que una amplia mayoría ciudadana se manifestó, en una votación realizada en la página web del Senado de Chile, a través de la plataforma Senado Virtual.

El anhelo de una nueva Constitución para Chile

Foto: Consenso Civil

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Diario electrónico de la Universidad de Chile

Publicado el 24 DE FEBRERO DE 2013

Asamblea Constituyente y nueva Constitución obtuvieron un amplio respaldo en Plataforma Senado Virtual. Según los resultados obtenidos, un 93 por ciento de las casi 7 mil personas que participaron de la votación están de acuerdo con cambiar la Constitución, y un 91 por ciento considera que el mecanismo para hacerlo debe ser una Asamblea Constituyente.

La idea fue presentada en la Cámara Alta a través de un proyecto de ley, cuyos autores son los senadores Guido Girardi (PPD), José Antonio Gómez (PRSD), Alejandro Navarro (MAS), Jaime Quintana (PPD) y Fulvio Rossi (PS).

Los resultados coinciden con el surgimiento de un movimiento pro-reforma en el que confluyen distintas agrupaciones sociales. Desde ese espacio se anunció que más de un centenar de ciudadanos y miembros de estas organizaciones sociales firmaron la postulación de Gustavo Ruz Zañartu como candidato presidencial, quien representaría al Movimiento por una Asamblea Constituyente. La idea de la candidatura  surge luego de un congreso nacional donde se estableció que, al sumar un candidato, se puede masificar la propuesta de la cuarta urna en las próximas elecciones del 19 de noviembre. 

Dicha herramienta permitiría a los electores un pronunciamiento válido con respecto a reemplazar la Carta Fundamental del país. Las bases del movimiento por una Asamblea Constituyente están sentadas en un documento que destaca que “aunque la normativa vigente en materia electoral está plagada de trampas  y restricciones, utilizaremos este escenario para reivindicar los derechos de soberanía popular y de autodeterminación de los pueblos de Chile”.

Gustavo Ruz Zañartu es un sociólogo que trabajó en las tres campañas de Salvador Allende, quien reafirmó que el objetivo de la campaña es masificar en la ciudadanía el proyecto por una Asamblea Constituyente.

“Hoy pareciera que la Constitución es democrática y legitima, pero no lo es. Es una Constitución que levanta un altar al dinero, los capitales y negociados, por lo que esta campaña es una oportunidad para ganar voluntades en favor de una Asamblea Constituyente. Cualquiera sea el resultado, posterior a las elecciones tendremos un pueblo más consciente y mejor organizado para avanzar a futuro hacia una asamblea”, declaró.

El dirigente apuntó a la candidatura presidencial como instrumento que facilita la masificación de una iniciativa sin recursos y con el rechazo de los medios de comunicación: “La gente toma bien la idea de cambiar la Constitución entre todos nosotros, como pasa en los países civilizados. Para que nos escuchen 100 o 200 personas hay que hacer un enorme sacrificio, pero una campaña permite legalmente un espacio para comunicarse con mucha gente, llegar a millones de personas a las que no podríamos llegar de otra manera, porque no tenemos recursos”.


Gustavo Ruz apuntó al escenario previo a las elecciones con una amplia crítica a los partidos políticos, homologa esta lucha con las protestas contra Augusto Pinochet, y enfatizó que “esto no puede apoyarse en partidos o bloque de partidos políticos. La ciudadanía les da un rechazo superior al 80 por ciento, y los militantes casi no son tomados en cuenta por sus dirigentes. Militar en un partido es garantía de aislarse de la sociedad, de introducir sectarismo entre los chilenos. En cambio, si nos unimos en torno a la demanda de Asamblea Constituyente, estaremos unidos como en los 80 contra Pinochet”.

No obstante, el dirigente recalcó que casi todas las bases de los partidos han manifestado intención por cambiar la Constitución, por lo que invitó a todos los actores a sumarse a una cruzada contra la Carta Fundamental.

“Los poderes fácticos no dan la cara y tienen más poder que los diputados y senadores en los partidos políticos. Para nosotros, la ayuda de militantes es bienvenida, hayan estado con la derecha, centro o izquierda. Lo importante es reconocer que la Constitución tenemos que hacerla entre todos, y es una vergüenza que nos reclamarán las futuras generaciones que pasen 40 años sin una Constitución que emane de la voluntad popular, pese a que en toda América Latina sí se ha dado una Asamblea Constituyente”, señaló el sociólogo.

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