Cáncer de colon: la importancia del control temprano

Sociedad

Algunos tipos de pólipos pueden convertirse en cáncer con el paso del tiempo (por lo general, muchos años), pero no todos los pólipos se convierten en cáncer. En este sentido, hay factores de riesgo que hacen que un paciente sea más propenso a tener pólipos y quizás, en un futuro, cáncer colorrectal.

Algunos factores de riesgo, como fumar, pueden cambiarse. Otros factores, como la edad o los antecedentes familiares, no se pueden cambiar. Los vínculos que hay entre el riesgo de cáncer colorrectal y la alimentación, el peso y el ejercicio son llamativos en todas las investigaciones científicas.

“Siempre recomendamos una alimentación rica en fibras, realizar actividad física con regularidad, evitar el consumo excesivo de alcohol y carnes rojas. En caso de tener antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos, realizar una consulta médica para hacer los estudios que sean necesarios”, aconsejó Gatica, especialista de la sección de Coloproctología del Central.

El cáncer colorrectal es una enfermedad silenciosa que en general no presenta síntomas y es detectada en pacientes, tanto hombres como mujeres, después de los 45 años. De aquí la importancia de realizarse los controles correspondientes.

Gatica destacó el alto porcentaje de pacientes que se curan cuando la enfermedad es detectada y tratada en estadios tempranos: “El cáncer colorrectal se puede prevenir y también se puede curar, ya que el 90 % de los pacientes que son tratados en estadios tempranos lo superan y logran tener una calidad de vida similar a la de una persona sana, siempre realizando el seguimiento correspondiente”.

“El Hospital Central cuenta con toda la estructura y el recurso humano para contener al paciente desde que ingresa con la inquietud o el síntoma. Es estudiado, evaluado, operado en caso de ser necesario, y luego guiado y controlado en el tratamiento que le sea indicado”, concluyó la cirujana.

La frecuencia de los controles

En el caso de un hombre o mujer mayor de 50 años sin antecedentes familiares ni síntomas, lo recomendado es realizar un test de sangre oculta en materia fecal. En el caso de que el resultado sea positivo, se realizará una colonoscopia para continuar estudiando al paciente.

Para hombres o mujeres entre 45 y 50 años con antecedentes familiares, se recomienda realizar una colonoscopía de control. En el caso de salir sin alteraciones y no tener síntomas, conviene repetir la prueba cada 3 o 5 años.