Más de 10 000 manifestantes, principalmente mujeres, se reunieron esta tarde en la intersección de las calles Rondeau y San Martín, de Ciudad, para visibilizar la lucha feminista en el marco del Día Internacional de la Mujer.

“Es el segundo paro internacional de mujeres. Se está realizando en simultaneo en más de 50 países y eso no es cosa menor”, dice la diputada provincial por FIT, Cecilia Soria.

En cada provincia de Argentina la marcha llevó sus consignas particulares, decididas en conjunto en asambleas organizadas por el colectivo Ni Una Menos abiertas a todas las organizaciones feministas interesadas. En Mendoza se reclamó, en primer lugar, para detener el “ajuste” y, en segundo lugar, para lograr la despenalización del aborto.

“Acá en la provincia de Mendoza hay dos consignas principales que nos convocan”, señala Soria y agrega: “Primero es no al ajuste, porque todos sabemos que es justo sobre las mujeres, que somos sostén de familia, que nos hacemos cargo de nuestros hijos, del cuidado de los familiares enfermos, o el cuidado a los familiares mayores, donde cae doblemente el ajuste”.

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“El movimiento de mujeres se posiciona a favor de las trabajadoras que en este momento sufren el ajuste, así como también de las trabajadoras de la Educación”, dice la legisladora.

“La segunda consigna que nos convoca es el derecho al aborto legal, seguro y gratuito”, concluye Soria.

La columna de siete cuadras de extensión marchó hasta la legislatura y luego se trasladó hasta Casa de Gobierno para finalizar la movilización.

“En esta marcha lo que está al rojo vivo es la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito”, dice la doctora en Filosofía e investigadora del Conicet, Alejandra Ciriza.

Ciriza considera que lo único que logra la penalización del aborto es un “crimen de clase sistemático”.

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“Un aborto clandestino cuesta $ 20 000. Una mujer con ingresos mínimos no llega a pagar $ 2 000”, indica la investigadora. En tal sentido, Ciriza explica las consignas de la movilización en Mendoza y dice que “en un contexto neoliberal las mujeres son las que más se empobrecen” y por ello “no hay manera de equiparar salarios si primero no se equiparan condiciones de vida”. “El neoliberalismo mata”, subraya.