Dicen que el arte salva, que es una forma de liberación. Y aquí, en este encuentro en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCUYO, ese dicho popular se trasforma en algo real y comprobable a través de las voces de profesionales que cuentan lo que significaron las artes –y en especial el teatro– en el acompañamiento de pacientes con múltiples afecciones y como herramientas de prevención.

Las palabras del decano, Roberto Miatello, en la apertura del Simposio Global de Arte y Salud de Mendoza que se realizó en la facultad, fueron la comprobación de que ese dicho popular tiene anclaje en la realidad. Dijo que existe evidencia empírica sobre los beneficios de utilizar las artes en las ciencias de la vida, pero que, a partir de esas experiencias, es necesario construir conocimiento científico que le otorgue basamento a la conjunción de las dos disciplinas.

Tal como expresó Miatello, el paradigma de formación en ciencias médicas comenzó a cambiar hace años y una muestra de eso fue la apertura de la Diplomatura en Dramaterapia, que llevan adelante en forma conjunta las facultades de Ciencias Médicas, de Artes y Diseño y de Educación. Por el posgrado, que iniciará en agosto su cuarta cohorte, ya pasaron 75 personas.

La psiquiatra María Sol Guerrero Giménez fue una de las expositoras del encuentro que se realizó en Ciencias Médicas. Foto: Unidiversidad

Terapia artística

A lo largo del encuentro, hubo cientos de voces que aportaron a ese conocimiento empírico del que habló el decano. Profesionales de las ciencias médicas o de las artes que contaron los cambios que se produjeron en las personas cuando les propusieron abordar las patologías –o prevenirlas– desde otro lugar, desde la música, la poesía, el teatro, la danza.

El alma de ese encuentro fue la psiquiatra María Sol Guerrero Giménez, una egresada de la UNCUYO que hace años se formó en dramaterapia e impulsa la disciplina, que propuso abrir una diplomatura de posgrado, que preside la Asociación Argentina y que es embajadora nacional en la Alianza Mundial de esa terapia.

La psiquiatra explicó que existen muchas experiencias de vinculación entre arte y salud en Mendoza. Dijo que hoy el desafío es doble: generar evidencia científica acerca de los beneficios de la conjunción de ambas ramas y visibilizar esas experiencias para que lleguen a los estamentos en los que se piensan y ejecutan las políticas públicas.

Guerrero Giménez comentó que utilizar esta conjunción de arte y salud es "un riesgo" para la medicina tradicional, pero invitó a tomarlo, por los beneficios que genera en el acompañamiento de personas con dolencias diversas. “Creo que la medicina está en un punto de inflexión, necesitando cosas nuevas, porque nos quedamos cortos entendiendo que el hombre es muy complejo y que la salud no es algo lineal, sino que tiene que ver con muchos factores. Entonces, me parece que este auge que hay de las terapias artísticas tiene que ver con esta necesidad de entender la complejidad de la salud y del ser humano. La verdad es que a mí me han abierto muchísimas puertas, desde la facu, donde tuve excelente recepción, hasta doctores superprestigiosos y tradicionales. La idea es ir acercando esos lenguajes diferentes, y creo que vamos en ese camino”, comentó.

Teatro en acción

¿Qué es dramaterapia? La psiquiatra explicó que es el uso intencional del teatro y sus recursos lúdicos con objetivos terapéuticos, no solo para acompañar en el tratamiento de una enfermedad específica, sino también para la prevención. Y comentó que, si bien se puede utilizar un poema o una canción como punto de partida, el lenguaje central siempre es el teatro con todos sus recursos.

Guerrero Giménez también subrayó lo que no es dramaterapia. Dijo que no es un taller de teatro, no es juntarse y hacer una improvisación, sino una terapia estudiada que tiene reglas, formas de abordaje y una visión distinta de los modos tradicionales, porque las necesidades del paciente no se adecuan a la técnica, sino que es al revés, primero se pregunta qué necesita la persona para luego buscar la mejor herramienta de abordaje.

La médica comentó que esa flexibilidad permite que se utilice en el acompañamiento de personas con múltiples dolencias. Incluso, ella aborda actualmente temas relacionados con el bienestar laboral y la prevención del "burnout".

Guerrero Giménez explicó cómo cambia la perspectiva de la persona y del profesional con este abordaje, que se puede realizar en forma individual o grupal, siempre con el consentimiento previo y mediante la explicación de los pasos que darán. “Como psiquiatra, muchas veces me encuentro con lo que no tienen las personas, con lo que no pueden, con el sufrimiento, pero, cuando empezamos a trabajar con los recursos artísticos, empezamos a ver juntos que sí pueden con un montón de cosas y que hacen un montón de cosas. Tal vez no pueden seguir con esta estructura más capitalista de 'necesito que produzcas esto', pero sí pueden generarse otros lazos, otra comunicación y, desde ahí, construir otros mundos posibles para esas personas”, comentó.

Una experiencia global

El exponente central del encuentro –a través de videoconferencia– fue Kunle Adewale, artista multimedia y líder de la iniciativa internacional de Arte y Salud (Global South Arts and Health de la Global Arts in Medicine Fellowship). El hombre, que nació en Nigeria, contó que el hacinamiento y la falta de oportunidades que vivió desde pequeño afectaron su salud mental, pero descubrió que las artes y la creatividad eran herramientas para reinventarse.

Adewale dijo que el arte le abrió puertas, que estudió, se convirtió en profesor y que, a lo largo de 23 años, experimentó el potencial terapéutico de las artes en sus estudiantes, en sus familias y en la comunidad. Ese fue el puntapié inicial para crear un programa que conjuga arte y la salud, que primero se extendió por su país y luego se transformó en una iniciativa global.