El día de la rememoración del golpe del 76 se notó el rechazo a las políticas oficiales por parte de sectores mayoritariamente cercanos o identificados con el kirchnerismo. Las críticas estaban sostenidas en las consecuencias de las políticas tarifarias y el conflicto docente no resuelto en la provincia de Buenos Aires, pero con reflejo a nivel país ante el reclamo por una paritaria nacional.

El sábado 1.º, en cambio, fue el turno de la autollamada multitud silenciosa que se autoconvocó por las redes sociales y se movilizó. Tuvo una particularidad, de acuerdo con lo informado por los medios digitales, que mostró como antecedente el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, uno de los funcionarios macristas que dijo que la marcha era para "defender la democracia". Esa mirada se transformó en el título de MDZ Online en Mendoza, con una foto de plano corto de gente reunida en San Martín y Peatonal.

Qué emocionante lo que acaba de pasar en todo el país. pic.twitter.com/PkttkJudaK

— Mauricio Macri (@mauriciomacri)

2 de abril de 2017

La reacción del presidente Mauricio Macri terminó por marcar el fin de semana al mostrar su felicidad antiK diciendo que “sí se puede” y “sin colectivos, sin choripanes”. Evidencia la marca a fuego del quiebre del electorado con vistas a las elecciones legislativas, lo que puede hacer definir, incluso, la decisión del gobernador Alfredo Cornejo de unificar las elecciones locales con las nacionales.

No es una buena noticia, dicen los analistas, para Sergio Massa, quien se muestra con la aspiración de la tercera vía.

Finalmente, esta saga terminará el jueves 6, cuando la CGT se probará como aparato de presión a través del paro general. La clave de la efectividad de la medida de fuerza está en que se pliegue el sector del transporte público de pasajeros, como ya anunció que lo hará.