Diseñar pensando en una vida humana sustentable

La mirada holística, compleja y sistémica enriquece al diseño. Explica el fenómeno el M.D.I. Luis Sarale, director del proyecto “El diseño como herramienta estratégica para el desarrollo territorial sustentable y sostenible - parte 2”, subsidiado por la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado de la Universidad Nacional de Cuyo.

Diseñar pensando en una vida humana sustentable

Alfar, artesanías en cerámica.

Sociedad

Unidiversidad

Enrique Roig

Publicado el 05 DE AGOSTO DE 2014


Esta investigación intenta poner en evidencia los argumentos que ubican al diseño como herramienta mediadora para la innovación y el valor intrínseco de los productos y servicios locales.

Interesados por esta nueva perspectiva teórica, visitamos la Facultad de Artes y Diseño para dialogar con el diseñador Luis Sarale, docente especialista en esta temática. En esta nota, el científico nos explica las diferencias que existen entre la concepción clásica del diseño asociada a la lógica moderna (racionalista)

El investigador señala que estos estudios tienen como fundamento iniciar un proceso sistemático de ordenamiento de la información bibliográfica y documental para construir el marco teórico y el diagnóstico del estado actual del conocimiento sobre diseño.

 

Cooperativa Apicola de Tunuyán APITUN. Papelería.


I. El diseño es una disciplina de innovación y estrategia

Muchas veces, cuando se habla del diseño desde el punto de vista metódico, suele comparárselo con las ciencias de la medicina y economía. Estas últimas son disciplinas de carácter universal; en cambio, el diseño tiene un perfil más mutante, es decir, puede y debe adaptarse profundamente a los requisitos de las diferentes problemáticas y sus respectivos contextos situacionales.

Por lo tanto, esta disciplina depende de las variables culturales, tecnológicas y económicas,de modo que las variaciones de estas afectan al contexto epistemológico del diseño. Por ejemplo, si consideramos respecto de los fenómenos culturales y comunicacionales el caso del “aparato telefónico portátil”, observamos cómo el gran desarrollo tecnológico está convergiendo en una interfaz integrada con características multifuncionales, símbolo de las mediaciones juveniles.

En relación con nuestra época globalizada, cuando hablamos del diseño nos referimos a una actividad de autor orientada fuertemente al mercado, vinculada al aumento de la calidad de vida y el confort. Muchas veces, este

En cambio, desde la perspectiva teórica que propone el equipo de investigación que dirige el M.D.I. Luis Sarale se contempla una posición sistémica compleja, con variables socioculturales, económicas, productivas y físico-ambientales propias del territorio. Esta nueva mirada permite construir un producto diseñado de modo holístico e integral, es decir, una práctica cercana al concepto del “buen vivir”, propio de la cultura aborigen.

La diferencia entre la “calidad de vida” y el “buen vivir” radica en que, para el primero, lo importante es la dimensión material de los objetos y su confortabilidad funcional. En cambio, el “buen vivir” incorpora otros aspectos intangibles, vinculados a la concepción de la vida como experiencia, por lo que se aleja del planteo liberal que asocia el existir al consumo.


II. La perspectiva sistémico compleja en el Diseño

En relación con el enfoque holístico, el diseño debe enriquecerse al considerar las dimensiones de la territorialidad, sustentabilidad y el factor medio ambiental. Con respecto al territorio, cuando lo pensamos desde el sentido común, generalmente lo asociamos sólo como un aspecto físico.

“En cambio, nuestro planteo asocia la territorialidad y sustentabilidad con un sistema de cuatro planos transparentes. En el primer plano observamos la dimensión físico-ambiental, es decir, la parte física o paisajística de lo territorial –aire, suelo y subsuelo–. En segundo lugar hallamos el plano de todo lo económico-productivo que el hombre (como sujeto de cambio) construye y crea, como pueden ser sus viñedos, frutales, pozos petroleros, industrias, etcétera. Luego aparece el plano socio-cultural, en el que encontramos los efectos positivos o negativos de la cultura como resultado de su relación transformadora de lo construido por el hombre. Finalmente, en cuarto lugar localizamos los espacios normativos y políticos que regulan las conductas y las acciones humanas”, explicó el investigador Luis Sarale.

Por lo tanto, a partir de esta mirada, un diseñador que aborde cualquier problema de diseño deberá comprender que toda problemática atraviesa estos cuatro planos articulados. De esa manera sistémica compleja pueden desarrollarse los diagnósticos, análisis estratégicos, programas e intervenciones con una mayor amplitud.

Esta práctica del diseño facilita la intervención en áreas problemáticas del territorio, como son la organización de emprendimientos, polos de desarrollo, PYMEs y el desarrollo de grupos de artesanos, etcétera.

Finalmente, el investigador nos explica que “el nuevo modo de hacer diseño lo ponemos en práctica en la cátedra optativa de Diseño y territorio, de la carrera de Diseño. Allí los estudiantes plantean a los usuarios y consumidores –de determinados productos diseñados–, como sujetos insertados en un determinado espacio social, ambiental y económico.”

 

Proyecto de investigación subsidiado por la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado de la Universidad Nacional de Cuyo: “El diseño como herramienta estratégica para el desarrollo territorial sustentable y sostenible - parte 2”.

Equipo de trabajo: Director: Luis Sarale, vicedirectora: Laura Braconi; D.I. María A. Ricciardi, Luisina Andreoni y Adolfo Marchesini.

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