Hubo catarsis en la Bodega LosToneles de Guaymallén. Entre copas con vinos mendocinos, los invitados al Agasajo de Bodegas de Argentina (BA) escucharon los diagnósticos de crisis, tanto del sector empresario como del lado de la política.

Walter Bressia, presidente de BA, se adelantó y reconoció que hay que sacar a la vitivinicultura del estancamiento que padece, frenada por la pérdida de mercados externos y la caída sin retorno del consumo interno. En ese contexto, terminó agradeciendo la Ley del Fondo Anticíclico Vitivinícola, que sostendrá al sector con 3600 millones de pesos distribuidos en cuatro años.

Bressia se dio espacio para la autocrítica a modo de conclusión en su último mensaje como presidente de la entidad empresaria.

“Debemos producir uvas en cantidad y calidad para determinados productos y mercados, revisar los procesos de comercialización de nuestros vinos para acceder a los consumidores de una manera más fácil. Hay fallas de las partes que no funcionan bien, hay otras generadas por las políticas macroeconómicas del país, como las fuertes cargas tributarias. El gobierno ha puesto empeño en superarlas, pero aún no lo ha logrado. Sí vemos con buenos ojos la baja en las cargas patronales", reconoció.

Después fue el momento del único funcionario nacional que llegó para vendimiar: Luis Miguel Etchevehere, el secretario de Agroindustria de la Nación, que hizo una arenga sin desconocer las dificultades que impone la política macroeconómica, resaltó “la calidad y el prestigio del vino argentino, y además un mercado demandante para llegar a los consumidores". El expresidente de la Sociedad Rural puso en relieve a favor del gobierno nacional los 100 000 millones de pesos para créditos blandos para el sector de las pymes que permitirá palanquear los efectos del corsé económico.

"Militemos mejorar lo que está a nuestro alcance, como bajar la tasa de interés, bajar la inflación. Por primera vez se va sin atajos, diciendo la verdad de una vez por todas, de este flagelo que nos viene afectando desde hace décadas", exclamó Etchevehere.

El orador más esperado era el gobernador Alfredo Cornejo, que se mostró enfático y concentró la atención de la audiencia en la nave bodeguera al pedir silencio antes de iniciar su alocución. Remarcó que con su gestión se impuso un estilo de administración tendiente a mejorar la utilidad de los recursos públicos sostenido por el Estado local.

Cornejo reclamó la "continuidad de este proyecto, que servirá para ser competitivo en el mundo".

El mandatario se mostró vehemente y con un fuerte sesgo político pidió el apoyo de las élites que conducen los sectores económicos y sindicales. Puso como ejemplo lo que ha llevado adelante en el Poder Ejecutivo: “Hemos optimizado para una economía sana en un sistema capitalista serio. Ese es el desafío de la Argentina y de Mendoza, lo estamos haciendo con esfuerzo, pero no necesariamente con acompañamiento de fanáticos que no van a cortar una ruta por este programa".