Alfredo Cornejo asumió como gobernador luego de que su vicegobernadora, Laura Montero, le tomara el juramento en la Legislatura Provincial. Cornejo se dirigió a todas las autoridades. Los primeros minutos de su discurso fueron destinados a agradecer a quienes lo votaron, reivindicando el largo camino de 32 años de democracia. “Me toca ser el gobernador número 44 de nuestra historia política. Inmensa gratitud de representar a los mendocinos”, dijo, destacando el alto grado de participación y carácter cívico que se traduce en la legitimidad del gobierno que le toca asumir.

En otra parte de su discurso, que duró aproximadamente 30 minutos, destacó el respeto por los valores republicamos y la necesidad de ponerse por detrás de las grandes metas colectivas. “Soy un empleado público más, que tiene una tarea específica y la única patronal son los casi 2 millones de mendocinos que, con el esfuerzo de sus impuestos, pagan nuestro salarios. Cuando me igualo no equiparo responsabilidades”, sostuvo.

Cornejo cargó las tintas contra el gobernador saliente, Francisco Pérez, cuando indirectamente hizo alusión a su gestión. “A Mendoza se la ha gobernado mal. Los responsables concretos deberán rendir cuentas a la ciudadanía sobre el estado en el que entregan el gobierno. (...) Se ha gastado irresponsablemente. Hay un alto deterioro de los servicios básicos, han sido incapaces de estimular el desarrollo humano y productivo de los mendocinos. (….) Han sido seis meses que encontramos más paredes que puentes a la hora de buscar información fidedigna. (…) Se acabó el gobierno de slogans”, sentenció y los aplausos se hicieron sentir en la Legislatura mendocina.

Además, asegró que lo prioritario es recuperar la paz social, la esperanza. Al mismo tiempo, subrayó las capacidades de su equipo, que trabajó para aproximarse a un diagnóstico y posterior diseño de políticas públicas, formuladas para la solución paulatina.

El gobernador mendocino propuso un cambio de enfoque de la discusión política. “El Estado no puede ser solamente pagador de sueldos (aplausos). Debe ser proveedor de servicio públicos de calidad y dinamizador de empleo", señaló. Y agregó: “Me he preparado profesionalmente a lo largo de mi vida, vengo a anunciarles que se terminó el despilfarro y la desidia del Estado de Mendoza. Ha llegado el tiempo del cambio y la centralidad es poner a funcionar el estado nuevamente”.

Sobre el final del discurso, el gobernador convocó a trabajar a los mendocinos, generar un nuevo vínculo entre la provincia y la Nación, reactivar la economía regional, encabezar el proceso de modernización del Estado, la innovación del proceso de gestión para entregar mejores servicios a la ciudadanía, garantizar los puestos de trabajo y respetar los derechos, “pero también exigiendo las obligaciones de cada empleado público”.

Propuestas por áreas

Para Hacienda, Cornejo destacó la necesidad de atemperar la emergencia, terminar con la dependencia de la Nación y estimular el empleo privado.

Para la gestión educativa, de salud y de seguridad, señaló que serán pilares de las funciones del Estado. “Solo un Estado organizado puede derrotar a la delincuencia. Tecnología, participación y recursos humanos decentes serán un eficaz escudo”.

Para Justicia, enunció un amplio apoyo del Poder Judicial y un intento de aceleramiento de la justicia.

Además, sumó el acceso al crédito, la cuestión impositiva, la obra pública, y la búsqueda de la recuperación de la confianza en el sector privado.

Convocar a los sindicatos y a la sociedad en general

“Necesitamos a los sectores sindicales y a las fuerzas productivas. Apuntaremos a hacer crecer la obra pública, recuperar el rol del Estado, el ordenamiento urbano, sin resignar calidad de vida”, afirmó Cornejo, quien destacó el capital turístico de la provincia y cómo piensan potenciarlo con una administración integrada entre lo público y lo privado.

La cultura mereció un párrafo aparte. “Mi Gobierno viene a multiplicar las industrias culturales, a integrar talentos jóvenes a la cultura mendocina”, aseguró.

Por último, el gobernador rescató a la política como instrumento regulador y llamó a trabajar a la sociedad mendocina. "Tengo la convicción de construir una gran provincia (…) crear entre todos un marco colaborativo, con debate de buena fe entre oficialismo y oposición, no mentir, no menospreciar los indicadores económicos, dar información fidedigna a los ciudadanos. Tenemos ganas de empezar a hacer, Mendoza nos necesita juntos”, finalizó.