Los directivos del CCT-Conicet Mendoza enviaron una nota a la sede central del organismo científico en Buenos Aires para manifestar a las máximas autoridades su preocupación por el recorte presupuestario en ciencia y técnica para el próximo año. Específicamente, solicitaron que se revea la situación y que consideren a los jóvenes investigadores cuyas aspiraciones a la Carrera del Investigador Científico (CIC) ya habían sido aprobadas.

Al momento de la toma de la sede del Conicet en la provincia, la directora Elena Abraham contaba a Unidiversidad la decisión del Consejo Directivo de apoyar el reclamo de los investigadores por el recorte presupuestario. Junto a Fidel Roig, el vicedirector, manifestaron que la profunda preocupación que tienen por la situación los llevó a enviar un escrito a la sede central del Conicet, ubicado en Palermo, Buenos Aires, para solicitar la reconsideración del tema.

En ese sentido, reflexionaron sobre la reivindicación de la comunidad científica y la necesidad que tienen como “sistema” de que todas sus partes funcionen, porque de lo contrario, caerá. Consideraron que todas las partes de la institución son importantes, inclusive los jóvenes que inician sus carreras en el Conicet. Ante la posible visión de la opinión pública de que la ciencia es un sector improductivo, la directora dijo como contraargumento que lo que hacen es generar ciencia para el desarrollo, no sólo para el conocimiento general sino que además permita resolver problemas locales, nacionales e internacionales.

También aseguró que están en demanda permanente inclusive por el Estado, que controla de manera muy estricta la cantidad y calidad de la producción de todos los investigadores. Por lo tanto, se genera conocimiento sin cesar.  

La principal preocupación de Abraham y de Roig es la drástica reducción de aspirantes a la CIC. “Nuestros jóvenes investigadores están planteando un reclamo que desde el Consejo Directivo consideramos justo y estamos apoyándolo desde la institucionalidad”, aseguró la directora. Y agregó que “desde el punto de vista institucional, estos jóvenes son parte de nuestros proyectos institucionales”.

En tanto, Roig destacó que la construcción de la comunidad científica es a largo plazo y aseguró que es el órgano de ciencia y técnica en el país que más exigencias tiene. Defendió el organismo aseverando que “un país sin desarrollos tecnológicos y científicos es un país que no tiene demasiados argumentos o armas para poder defenderse, en el sentido de tener desarrollos propios que ayuden a resolver problemas de la sociedad”. Entonces, agregó, las investigaciones que se realizan tienen un sentido y los directivos pretenden facilitar las cosas para que haya resultados y soluciones reales ante esta situación que, solamente en la provincia, afecta a más de 900 personas.

Es interesante la visión con la que cerró la charla Abraham: “Muchas veces el trabajo del científico es un trabajo silencioso, no percibido por la sociedad en general, tampoco la importancia de ese trabajo. A pesar de todo el dramatismo de esta situación, me parece una buena oportunidad para que el Conicet esté en la boca de la sociedad y que mucha gente sepa realmente lo que pasa acá, lo que se produce y lo que significa tener un núcleo de científicos como el que existe, que realmente es un patrimonio que costaría mucho volver a realizar y que en realidad es una manera de aportar a la sociedad muchas maneras de resolución de problemas”.