Con dos líneas de acción paralelas, diputadas del oficialismo y de la oposición buscarán volver a instalar en la agenda pública la necesidad de la paridad de género en las listas electorales y exigirán convertir en ley el proyecto aprobado en el Senado el año pasado. No es un reclamo a ciegas: saben que falta menos de un mes para la presentación de candidaturas. Por eso, creen que es buen momento para sellar la reforma con vistas a 2019.

La estrategia se gestó hace unas semanas en una reunión donde participaron legisladoras de todos los bloques políticos. Según supo Parlamentario.com, allí se acordó dar un primer gesto, “simbólico” pero fuerte, a la dirigencia política, con una fotografía multipartidaria en las escalinatas del Congreso. La cita es para el próximo martes a las 15 y se espera la presencia de autoridades del Consejo Nacional de la Mujer, que dirige Fabiana Túñez.

En lo práctico, enviarán una nota al presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Pablo Tonelli (PRO), para que convoque a un plenario y ponga en tratamiento el proyecto aprobado en el Senado el 19 de octubre de 2016, que en Diputados tiene giro a esa comisión y a las de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, y de Legislación General. Aspiran a reunir “decenas de firmas”. “Estamos ante una gran oportunidad de sancionar la ley, y además contamos con una posición favorable del Poder Ejecutivo y del Consejo de la Mujer”, destacó en diálogo con Parlamentario.com la radical Alejandra Martínez, titular de la Comisión de Familia.
 

 La diputada Martínez reconoció que la Cámara baja “está sobre la hora” para avanzar con el proyecto y que “es probable que haya resistencias” a tan poco tiempo del cierre de listas –el próximo 24 de junio–. Por eso, intentarán “resignar el deseo de que impacte ya” y “priorizar que la ley quede aprobada para siempre”. “Entendemos que hay que tener racionalidad”, acotó Martínez.

Los bloques coincidieron en ir primero por el dictamen de comisiones por una razón numérica. Para tratar el proyecto sobre tablas, se necesitaría una mayoría de dos tercios, pero con el despacho en mano, los votos requeridos para aprobarlo en el recinto serían 129, por tratarse de una reforma electoral.

El texto avalado en el Senado –que se buscará sancionar sin cambios para evitar un nuevo retraso–establece modificaciones al Código Nacional Electoral en vistas a asegurar la representación igualitaria de varones y mujeres en la elección de senadores nacionales, diputados nacionales y parlamentarios del Mercosur. Además, modifica la Ley de Democratización de la Representación Política 26571, y la Ley Orgánica de los Partidos Políticos 23298, para que el denominado “uno y una” también se aplique en las autoridades nacionales partidarias, intercalando un varón y una mujer.

 El proyecto obtuvo en esa oportunidad 57 votos a favor y apenas dos en contra, de los macristas Federico Pinedo –presidente provisional del Senado– y Ernesto Martínez. El cordobés fundamentó su posición en el recinto: sostuvo que “la discriminación desapareció” y se preguntó “dónde está limitada” la participación de la mujer en política. “Esta ley no resuelve ningún problema concreto de la mujer”, sentenció. Pinedo, por su parte, pidió ante la prensa conservar un “margen” para “que los ciudadanos puedan elegir a sus representantes más allá de su sexo”.

Más allá de que la norma vea la luz este año, algunos espacios ya confirmaron que implementarán la paridad en las listas. Es el caso del Frente Renovador de Sergio Massa, que tomó el proyecto como una de sus banderas de la mano de Malena Galmarini. También lo hará el PTS en el Frente de Izquierda. “Aunque hayan cajoneado la paridad de género en el Congreso, en nuestras listas en la Ciudad de Buenos Aires la vamos a respetar, tal como lo defendimos en la discusión en la Cámara de Diputados”, anunció Myriam Bregman, cabeza de lista en ese distrito.