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La mandataria brasileña lo expresó luego de que la Cámara baja aprobara el juicio político y dejara la decisión en manos del Senado. En tanto, el presidente de Diputados afirmó que "el gobierno ha dejado de existir".
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo en un discurso que es víctima de un golpe de Estado. Foto: prodavinci.com.
Unidiversidad / Fuente: Télam
Publicado el 19 DE ABRIL DE 2016
Luego de que la Cámara de Diputados de Brasil aprobara el impeachment a Dilma Rousseff, la presidenta dio un discurso en el que aseguró que es víctima de un golpe de Estado liderado por su vicepresidente, Michel Temer.
Rousseff dijo que en democracia sus sueños están siendo "torturados" y afirmó que intenta relanzar su gobierno con nuevas medidas económicas. "En mi juventud enfrenté por convicción la dictadura y ahora enfrento por convicción un golpe de Estado que no es un golpe como los de antes, es un intento de elección indirecta por parte de quienes no tienen votos, y es importante decir que es extremadamente extraño que el vicepresidente conspire abiertamente contra la presidenta", declaró. La presidenta expresó que tiene confianza en que tendrá la oportunidad de defenderse y demostrar que en esta situación se usa la apariencia de un proceso democrático para cometer un abominable crimen, que es condenar a un “inocente”.
Para la prensa, la mandataria especificó que las maniobras contables que sustentan la acusación no son ilegales, porque esos actos son practicados por todo presidente en el ejercicio de su cargo y están basados en una cadena de decisión, “con análisis técnicos y jurídicos", según indicó. Consideró "interesante" que no haya en su contra ninguna acusación de desvíos de dinero, de enriquecimiento ilícito o de ocultar cuentas en el exterior, que sí pesan contra quienes la juzgan, en referencia al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, aliado político de Temer.
Acerca de los próximos pasos, no descartó denunciar la decisión de la Cámara de Diputados ante el Supremo Tribunal Federal (la corte suprema) y dijo que el gobierno tiene mejor diálogo con el Senado que con la cámara baja. En caso de que el Senado acepte la denuncia en votación simple, Rousseff estará suspendida en el cargo por 180 días hasta la votación final, en la cual puede ser destituida con el voto de los dos tercios de los 81 senadores.
"Creo que será necesario el relanzamiento del gobierno, tenemos otro gobierno para construir un nuevo camino", afirmó.
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