El 30 de enero de 1948, en Nueva Delhi, Mahatma Gandhi se dirigía a una reunión para rezar en la casa donde residía. En ese momento se le acercó entre la multitud Nathuram Godse y lo asesinó de tres balazos a quemarropa. El activista tenía 78 años.

Su legado más importante fue la lucha sin derramamiento de sangre. Como resumen de su pensamiento y su cosmovisión, algunas frases que dejó y que ya se convirtieron en una suerte de patrimonio para la humanidad:

“Creo que la no violencia es infinitamente superior a la violencia; el perdón es más eficaz que el castigo”.

"Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”.

"No hay caminos para la paz; la paz es el camino".

"Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena".

"Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él".

"Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino".

"La verdad es una, los caminos son muchos".

"Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre".

"Lo que se obtiene con violencia solamente se puede mantener con violencia".

"La violencia es el miedo a los ideales de los demás".

Una vida pacífica, llena de obstáculos y logros

Nacido en 1869 en una pequeña ciudad costera llamada Porbandar, se fue a Inglaterra a estudiar cuando se le presentó la oportunidad. En la Universidad Colegio de Londres consiguió su título de abogado y retornó a la India.

A fines del siglo XIX se mudó a Sudáfrica y se topó con 140 mil compatriotas hindúes viviendo oprimidos. En 1906 adoptó por primera vez el método de lo que se conocería como “resistencia pasiva”. Tras haber sido encarcelado en varias ocasiones, Gandhi ganó la posibilidad de negociar con el general sudafricano la solución para el conflicto.

El activista regresó a su país natal y en 1931 el Congreso Nacional, habiéndolo nombrado su portavoz, lo envió a Inglaterra para decidir el futuro de la India, que era dominada desde hacía siglos por la nación europea. Tras innumerables conflictos y piedras en el camino, se logró la independencia de la India en 1947. Las formas fueron las mismas que había usado en Sudáfrica: no resistirse, soportar la encarcelación, hacer huelgas de hambre y presionar.

El logro se vio empañado por algo que Gandhi nunca vio con buenos ojos: la separación del país en dos por las diferencias religiosas. Pakistán, la mitad musulmana, se constituyó en un país propio. Gandhi quedó golpeado por este hecho, que provocó disturbios y diversos enfrentamientos que acabaron con la vida de cerca de un millón de personas.

Su asesinato en 1948 fue justificado por su victimario por haber "traicionado" a los hindúes al defender a los musulmanes que vivían en la India.

Vegetariano y con una inusual perspectiva sanitaria

Para sintetizar sus pensamientos acerca de la salud y la alimentación, pueden citarse otras dos frases:

“Aunque he tenido dos enfermedades graves en toda mi vida, creo que el hombre no tiene prácticamente necesidad alguna de tomar medicinas”.

“La dieta vegetariana no tiene precio para mí. Siento que el progreso espiritual demanda en algún momento que dejemos de matar a nuestros prójimos para satisfacer nuestros deseos corporales”.