El Día Internacional de la Alfabetización se celebra en todo el mundo cada 8 de septiembre desde hace 55 años. En este día, la Unesco nos invita a apoyar la defensa de la alfabetización como factor de dignidad y de derechos humanos, así como para para caminar hacia sociedades más justas y sostenibles, donde el derecho a la educación sea una realidad para todas y todos.

A pesar de los avances alcanzados en las últimas décadas, los desafíos persisten. Más de 773 millones de adultos en el mundo no poseen las competencias básicas en lectoescritura, y en América Latina y el Caribe, tenemos actualmente cerca de 28 millones de jóvenes de más de 15 años y adultos analfabetos. La mayoría de ellos se encuentran en las zonas rurales, donde el 12,8 % de la población es analfabeta.

Así lo revela el informe "La encrucijada de la educación en América Latina y el Caribe-Informe regional de monitoreo ODS4-Educación 2030", que será lanzado con motivo de esta conmemoración por la Unesco, Unicef y Cepal. Este nuevo estudio identifica desafíos y ofrece buenas prácticas que pueden orientar la toma de decisiones, y es un insumo regional clave para la Cumbre sobre la Transformación de la Educación de Jefes de Estado, que tendrá lugar este mes en Nueva York, gracias al llamado del Secretario General de las Naciones Unidas.

Invertir en el monitoreo de estos datos educativos, así como la de la calidad de los aprendizajes de las y los estudiantes que están en la escuela, es fundamental. Las últimas cifras del Estudio Regional Comparativo y Explicativo emanadas por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (Llece) de la Unesco muestran que, en la región, más del 60 % de los estudiantes en sexto grado no alcanzan el nivel mínimo de competencias en lenguaje.

Estas capacidades insuficientes en lectoescritura exponen a esta población a una mayor vulnerabilidad. Por ejemplo, pueden mermar sus medios de subsistencia o impedirles beneficiarse de la transformación digital, entre muchos otros aspectos para su desarrollo. Las bajas destrezas de alfabetización limitan el acceso a las nuevas tecnologías, a adquirir competencias de ciudadanía digital y a tener posibilidades de aprendizaje a lo largo y ancho de la vida. Es que, como afirmaba Paulo Freire, la alfabetización nos brinda la habilidad de leer el mundo y poder continuar aprendiendo.

Debido a su importancia, durante esta conmemoración, la Unesco entrega el Premio Internacional de Alfabetización que galardona a las mejores iniciativas en esta área. Así es como en 2022 ha sido destacada en la región el programa "Literatura Acessível" del Instituto Include de Brasil, así como otras iniciativas de India, Malasia, Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido. Con estas y otras acciones, la Unesco invita a todos y todas a poner la alfabetización como una prioridad en la transformación educativa. A más alfabetización, más ciudadanía activa, participación política, cohesión social, igualdad de género, es decir, más desarrollo y bienestar para las personas, las comunidades y nuestra sociedad.