Cada 9 de noviembre se celebra el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre; el objetivo es tomar conciencia, reflexionar sobre la vida y agradecer la solidaridad de todas las personas que donan sangre. La fecha conmemora el día que el médico argentino Luis Agote realizó la primera transfusión sanguínea en 1914, en el Hospital Rawson de la ciudad de Buenos Aires. Este hecho cambió por completo la historia sanitaria mundial. Agote logró, por primera vez, transfundir sangre sin que esta se coagulara en el recipiente que la contenía, por lo que el hecho tuvo trascendencia internacional.

El director del Centro Regional de Hemoterapia, Pedro Ruiz, contó en Radio U: “Cuando comenzó la pandemia, la donación de sangre bajó hasta el 80 %, empezamos a trabajar el cuidado del donante y establecimos turnos para que se animaran a venir. Esto nos permitió incrementar al 50 %. Antes de la pandemia, recibíamos 110 donantes, y hoy recibimos entre 50 y 60”.

La sangre, un componente que solo puede obtenerse a partir de la donación voluntaria de una persona, no tiene ningún producto capaz de sustituirla completamente. Por ello, la forma más efectiva y segura de obtenerla es a través de un proceso que incluye a donantes voluntarios informados, comprometidos y solidarios como condición esencial. Este tipo de donantes tienen menor riesgo de ser diferidos en las distintas etapas de la donación (entrevista médica y controles predonación, extracción y análisis posterior), al mismo tiempo que se demuestra una menor prevalencia de infecciones transmisibles por transfusión; es decir, mayor seguridad transfusional.

Desde el Centro Regional de Hemoterapia explican que se trabaja en un cambio de paradigma. Se busca cambiar la idea del “donante de reposición”, que genera una situación “presionada” de la institución de salud sobre pacientes y familiares, y concientizar en la importancia de “donantes voluntarios” que, sin responder a una necesidad o requerimiento concreto, se acercan voluntariamente a cualquier centro de extracción a donar sangre o componentes sanguíneos, sin recibir ninguna recompensa.

La donación de sangre en números

Una sola persona que done puede salvar hasta cuatro vidas, ya que una unidad de sangre entera se puede fraccionar en cuatro componentes sanguíneos: glóbulos rojos, plasma, plaquetas y crioprecipitados. Es un acto sencillo, rápido, prácticamente indoloro y seguro que puede recuperar la salud de decenas de pacientes.

Quienes se interesen en donar sangre de manera voluntaria se pueden acercar al Centro Regional de Hemoterapia (lunes a viernes de 8 a 15) con turno previo (https://darturnos.com/prestador/turnos/1682) o a los hospitales públicos que cuentan con servicio de hemoterapia (lunes a viernes de 7 a 12), como los hospitales Notti, Carrillo, Paroissien, Perrupato, Saporiti, los tres hospitales del Valle de Uco y Sur de la provincia.

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