En diciembre se cumplen cuatro años de aquel momento en que Francisco Pérez asumía el control de la Provincia y, por lo bajo, casi todos sus funcionarios se quejaban indignados porque Celso Jaque había dejado una deuda pública 45 % más abultada que su predecesor, dejando compromisos por 5487 millones de pesos para cancelar. A los 3767 millones que marcan los archivos oficiales a diciembre de 2007, se sumaron 1720 millones de pesos en 2011. Pero la historia de aquel fin de año se repite, casi calcada, porque Pérez la hizo crecer en el 41 %, por lo que deja 9251 millones de pesos para pagar durante las próximas administraciones, teniendo en cuenta que hay compromisos hasta 2038.

Los datos corresponden a diciembre de 2014 y son los últimos publicados en el libro de deuda pública provincial del Ministerio de Hacienda. El 50,57 % de esta deuda está comprometida en dólares y el resto en pesos, con tasas que van del 39 al 60 %. Así, la Provincia tiene 40 préstamos tomados: 17 con organismos multilaterales de crédito, unos 5 son títulos, 4 con fondos fiduciarios, 9 con la banca comercial y otros 4 con organismos que no se discriminan en este tomo. Estos montos no incluyen los 582 millones de pesos en letras que fueron tomadas ese mismo año, porque debieron ser canceladas antes de cerrar el ejercicio.

Pero además de esta deuda que deberá refinanciarse, está la deuda flotante, aquella sobre la que la transición ha puesto la lupa. Estas son las obligaciones a corto plazo. En general, se deberán cancelar este año y hay desde compromisos con proveedores y con los organismos descentralizados del Gobierno hasta letras emitidas que deberán cancelarse en diciembre y adelantos financieros para pagar salarios. Esto, porque a los 750 millones de pesos que advierte el justicialismo, se le suman unos 560 millones de pesos que el Gobierno le debe a OSEP y a otras mutuales, unos 150 millones a los municipios y 100 millones de pesos a otros proveedores menores no clasificados.

Además, el radicalismo suma entre 400 y 500 millones de pesos que surgen del déficit mensual hasta fin de año y el monto que deberá cancelarse a través de las letras emitidas en 2015. Sólo en letras, aunque estas no se cuentan porque deben cancelarse antes de fin de año, se suman otros 422 millones de pesos, cerca de 224 millones fueron emitidos en abril y 198 millones, en junio. De esta manera, consideran que alcanzará unos 4000 millones de pesos la deuda flotante de la provincia.

Los prestamistas del Estado

Entre quienes le prestaron plata al Gobierno de Mendoza, los bancos lideran la lista. Nación, Patagonia, Macro y Credicoop son las entidades a las que el Ejecutivo les debe plata. Entre los organismos internacionales están el BID y el BIRF, y, en general, se trata de créditos que fueron tomados para obras en rutas y mejoramiento de servicios.

El tercer capítulo está comprometido en bonos. Aquí suman cinco en dólares y uno en pesos. Hay compromisos registrados hasta 2038 pero el grueso está entre 2015 y 2020, por lo que se espera que los próximos cinco años sean complicados en lo financiero.

La promesa de Francisco Pérez

Los déficits fiscales a los que se echa mano para compensar los efectos de las crisis han provocado aumentos sostenidos de la deuda pública. Pero, además, se duplicó el presupuesto de la Provincia en estos cuatro años. Ajuste, inflación, despilfarro son algunas de las palabras que más se manejan por estas horas entre los radicales y justicialistas que preparan la transición. 

El déficit cero fue una de las primeras promesas del gobernador. Así, el equilibrio de las cuentas pasó a formar parte de la ilusión de varios mendocinos. Pero esto no sucederá tampoco en 2015, porque el déficit de las cuentas crece a pasos agigantados. Los faltantes pasaron de 50 millones en 2008 a más de 900 en 2011. En la pauta para 2015, que aún no fue aprobada por la Legislatura, se pide aprobación para un déficit de 900 millones de pesos aunque, en off, todos reconocen que se necesitará más.

En los próximos días seguirán las reuniones de la transición y se habla de la posibilidad de consensuar un nuevo endeudamiento, que pasaría por la Legislatura, y que al parecer esta vez el radicalismo estaría dispuesto a autorizar en ambas cámaras. No se conocen montos, pero se especula que sumarían unos 1500 millones de pesos que se agregarán a la deuda consolidada de la provincia en los próximos años.