Desigualdad digital en la IA: ¿es posible un acceso más inclusivo?

La pregunta que nos hacemos ya no es solo si habrá una IA para ricos y otra para pobres, sino qué acciones se tomarán para evitar que esta brecha se convierta en un obstáculo insalvable para el desarrollo humano y social.

Desigualdad digital en la IA: ¿es posible un acceso más inclusivo?

Un caso emblemático es el de ChatGPT. Aquí se ofrecen opciones tanto gratuitas como de pago, pero las diferencias entre ellas son abismales. Foto: ilustrativa

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Unidiversidad

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Publicado el 20 DE ENERO DE 2025

La inteligencia artificial (IA) ha transformado múltiples aspectos de nuestra vida cotidiana, desde la forma en que trabajamos hasta cómo accedemos a la información y al entretenimiento. Sin embargo, este avance también está evidenciando un preocupante fenómeno: la creciente desigualdad digital en el acceso a estas herramientas tecnológicas. Si bien existen versiones gratuitas de muchos modelos de IA, las más avanzadas suelen estar disponibles únicamente para quienes puedan pagarlas, lo que profundiza la brecha digital y económica.

La brecha tecnológica: un ejemplo concreto

Un caso emblemático es el de ChatGPT, desarrollado por OpenAI. La compañía ofrece opciones tanto gratuitas como de pago, pero las diferencias entre ellas son abismales. La versión gratuita brinda un acceso limitado que puede resultar suficiente para un uso ocasional, pero las herramientas más potentes, como ChatGPT Pro, cuestan hasta 200 dólares mensuales. Este plan premium incluye funciones exclusivas, como un procesamiento más avanzado y capacidades adicionales para la creación de contenido, lo que lo convierte en una herramienta indispensable para ciertos sectores, como el desarrollo de software o el marketing digital.

Existe una creciente desigualdad digital en el acceso a estas herramientas tecnológicas

Para muchas personas y empresas, este costo es prohibitivo. Sin embargo, quienes pueden permitírselo disfrutan de una ventaja significativa, ya que optimizan su tiempo y recursos. Esto plantea una inquietante pregunta: ¿está la IA convirtiéndose en una herramienta reservada para las élites?

El impacto en el mercado laboral

La falta de acceso equitativo a tecnologías de inteligencia artificial tiene implicaciones directas en la productividad y la competitividad laboral. Según el analista Alberto Romero, si las herramientas más avanzadas quedan fuera del alcance de los trabajadores con menos recursos, estos tendrán menos posibilidades de competir en un mercado laboral cada vez más tecnológico. Además, empresas con presupuestos ajustados podrían restringir aún más el acceso a estas tecnologías para sus empleados, lo que agravaría la desigualdad digital.

Esta situación refuerza las dinámicas existentes: mientras los sectores más privilegiados avanzan, aquellos con menos recursos quedan rezagados. En un escenario global donde la automatización y la IA están moldeando el futuro, este desbalance podría perpetuar desigualdades estructurales.

La falta de acceso equitativo a tecnologías de IA tiene implicaciones directas en la productividad y la competitividad laboral

Desigualdad global, una brecha que trasciende fronteras

El problema no solo afecta a individuos, sino también a países enteros. Las economías con mayores recursos tienen la capacidad de adoptar tecnologías avanzadas y aumentar así su productividad y liderazgo global. En contraste, los países en vías de desarrollo enfrentan barreras significativas para acceder a estas herramientas, lo que limita su capacidad de innovación y desarrollo.

A pesar de estas preocupaciones, existen alternativas para democratizar el acceso a la inteligencia artificial. Una de ellas es el modelo basado en publicidad, similar al de plataformas como Spotify o YouTube, que permite a los usuarios acceder a ciertas funcionalidades a cambio de consumir anuncios. Aunque esta opción podría tener limitaciones, ofrecería una vía más inclusiva para que personas de diferentes niveles socioeconómicos accedan a tecnologías avanzadas. Otra posible solución es la implementación de políticas públicas que subsidien el acceso a la IA para sectores vulnerables o que fomenten la creación de herramientas gratuitas y de código abierto, diseñadas para ser accesibles a un público más amplio.

El problema no solo afecta a individuos, sino también a países enteros

El desafío ético de la IA

Finalmente, es importante entender que la evolución de la inteligencia artificial plantea dilemas éticos que no pueden ser ignorados. Si bien las versiones premium ofrecen ventajas innegables, es fundamental garantizar que esta tecnología no sea un lujo exclusivo para quienes puedan pagarla. El reto está en encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la justicia social, promoviendo políticas que aseguren una distribución equitativa de sus beneficios.

Fuente: Digitaltrends

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