Club de Emprededores, Capital. Mendoza

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Solhé Carga Solar

Sustentabilidad Ambiental / Una empresa joven, con perfil innovador y la misión de generar hábitos sustentables. Conocemos el caso de una empresa que, en pocos años, se convirtió en referente en el diseño de equipos de energía solar.

Una tesis, un sueño y el impulso de querer hacer, incluso antes de recibir el título, fueron la batería de elementos que hicieron de Solhé la empresa que es hoy, un emprendimiento joven que fue creciendo a base de un combo digno de todo impulso emprendedor: buen producto, buen servicio y buenas asociaciones.

Nicolás Giorlando, fundador, se propuso hacer un proyecto que genere un valor agregado para la sociedad y encontró ese vector en la energía solar. Aquel primer aporte fue el prototipo de terminales de carga en espacios públicos. Esa “energía” volcada en su tesis, que buscaba más que la simple aprobación, generó mucho más de lo que esperaba.

Pero, claramente, Nicolás sabía que su horizonte no era un sendero para caminar solo. Por eso, a medida que el proyecto crecía, se ampliaban las personas que iban motorizando su crecimiento. Por eso hoy, más allá de ser el nombre visible como cabeza de proyecto, hay 5 personas que se han distribuido roles entre marketing, administración, ventas, operaciones e instalaciones. Y eso no quiere decir que cada personas ocupe un área específica, las tareas, muchas veces, son dinámicas y el ritmo de las empresa les exige ser multitareas.

Paula Prado es una de las integrantes y es el ejemplo de esto. Paula, si bien está cargo de la administración, puede ocupar otros roles. Incluso, es pareja de Nicolás, con todos los desafíos que eso significa. “Creo que lo hacemos bastantes bien”, nos contó la joven de 25 años, que suele ver cómo sus colegas se sorprenden n los círculos de emprededores cuando los ven tan jóvenes.

Con la misión de innovar para hacer de este mundo un lugar más sustentable, Solhé tuvo una gran virtud, que fue no desaprovechar oportunidades. Una de ellas llegó con un capital semilla que ofrecía el Gobierno nacional. No era mucho, pero fue bien utilizado y hubo germinación. Nicolás rescata esa ayuda estatal, sin la cual hubiera sido difícil comenzar.

Entonces, hubo ganas, hubo empuje y hubo capacidad de transformación, porque las terminales de cara solar fueron una gran vidriera, pero no era el producto de innovación tecnológica que iba a significar el despegue, sobre todo para las arcas de la empresa que estaba naciendo. Así, diseñar sistemas para potenciar la energía del sol los fue acercando a la gente, que empezó a preguntar por calefones, paneles solares.

De esta manera, Solhé hoy se abre camino a paso firme en el abanico de ofertas para el diseño e instalación de sistemas integrales de energía solar. Con una carrera iniciada hace 8 años, buscan crecer con una mirada ecológica y con un objetivo: no hay futuro sustentable si no hay “educación” medioambiental, por eso, desde su lugar, buscan que el cambio social hacia las energías renovables sea definitivo.