El Arca Productores + Consumidores
Economía Social / Creer en una economía distributiva, sostener una estructura de colaboración y fomentar un mercado de precios justos han sido pilares para esta asociación civil, que hoy cosecha los frutos de 16 años de trabajo, en los que se basa para proyectar un futuro más equitativo.
Desde 2005, El Arca Productores + Consumidores fue construyendo un camino de asociatividad para ser hoy uno de los buenos ejemplos de economía social en Mendoza. Los pilares de la organización, que son conectar a pequeños productores y productoras con el último eslabón de la cadena de consumo y promover una “economía de lo suficiente”, les ubica como referentes en la construcción de comunidades prosumidoras (productoras y consumidoras a la vez).
El proyecto surge “para dar respuesta a la vulnerabilidad de las familias”, nos cuentan desde la organización y nos detallan que, cuando apenas comenzaban y las ideas brotaban para buscar la manera de terminar con el círculo vicioso del intermediario, fueron sus tareas en territorio y su vínculo con la comunidad de los barrios del oeste de la Ciudad de Mendoza lo que los fue potenciando.
“Buscamos generar trabajo genuino y útil para las familias que tienen más dificultades, para que puedan tener más ingresos. Su único ingreso, en algunos casos”, agregan.
Sostenerse por más de 15 años ha sido, sin dudas, una tarea de construcción colectiva, que tuvo sus resortes en la gestión, los vínculos, la intersectoralidad y la horizontalidad, conceptos que hoy retumban en cada manifiesto emprendedor, pero que no siempre se ejecutan. El Arca es el ejemplo de que el trabajo comunitario sí tiene resultado.
Y parte de haber llegado a sus objetivos, para darles continuidad, claro, ha sido su concepción de la economía, de la economía social.
“Entendemos que la economía es básicamente humana. Trabajamos desde esa perspectiva, no desde la concentración, sino para poder distribuir, para satisfacer lo que realmente es necesario. Decimos que es ‘la economía de lo suficiente’. Desde esa lógica estamos alineados con la economía social”, resaltan.
Entonces, con esa visión y fortaleciendo ese espíritu, el día día en El Arca se construye con división de tareas, donde actaulmente los pedidos se reciben en gran parte vía web o redes sociales, con las tareas de vinculación con las y los productores, incluso con quienes se acercan a ofrecer sus productos, quienes siempre le ponen el precio que creen conveniente y El Arca suma un 15% para mantener la estructura de la organización.
Habiendo dividido sus áreas de productos en textil, servicios, alimentos y artesanal, fueron tendiendo puentes hasta llegar a marcas reconocidas de la provincia y el país, como Arcor.
Hoy, esta asociación civil sin fines de lucro se propone la autosostenibilidad, convencidos y convencidas de que se puede generar riqueza distribuyéndola, no acumulándola.