El Almacén Andante
Economía Social / La economía social, el precio justo y la organización solidaria, todo eso y más tiene El Almacén Andante, que germinó en Mendoza para cambiar paradigmas. Te presentamos su historia.
Organizarse de manera cooperativa, tomar decisiones de forma horizontal y pararse frente a los desafíos con la paciencia que requiere una estructura asamblearia son características que han guiado a El Almacén Andante a ser un empredimiento reconocido y en auge dentro de Mendoza.
Hace 12 años, un grupo de jóvenes buscó crear un sistema para la comercialización de productos de la economía social y de fábricas recuperadas. En 2009, había pocos espacios como éste.
Magda Garnica, del Área de Difusión de El Almacén, nos contó que el objetivo de conectar productores con consumidores a través de una red de distribución basada en el comercio justo entre las partes sigue hoy inalterable. Pero la tecnología avanza, los modos de consumo cambian y El Almacén cuenta con una web en la que expone su catálogo, que además tiene el propósito de contar el origen de cada elemento en venta, la historia de cada productor y productora. De esta manera, el eslabón de la distribución es entendido también bajo una óptica solidaria.
“En un principio, la tarea fue llevar llevar repartos, después se empezaron a hacer ferias u ofrecer puestos fijos, como los que se han ubicado en la UNCUYO y la UTN. Además, Hace 10 años estamos en la Casita Colectiva (Guaymallén), donde no solo está nuestro local para vender, sino que también hacemos otra actividades, como bodegones, juegos y actividades colectivas”, agrega Magda.
La organización, en la que interactúan unas 8 personas, está dividida en áreas: productores, difusión, reparto, administración e infraestructura. “Cada compañere es parte de una o dos áreas”, detallan.
Asimismo, en el catálogo hay más de 400 productos, unos 50 productores y mantienen “la idea de sumar nuevos proveedores”. Por ejemplo, hay personas que se encargan de buscar nuevos productores y piensan qué necesitamos, entonces, buscan generar el contacto y se plantean preguntas, porque también les interesa “el sistema productivo, la manera de organizarse”.
Los repartos se hacen los sábado y suelen hacer entre 20 y 40 por fin de semana, mientras se va aceitando la difusión y el acceso a la página web.
Magda se mete un poco en la esencia del El Almacén y nos explica que en su génesis y a lo largo de su trayecto colectivo “hay un parte teórica” donde “pensamos qué queremos, qué economía buscamos” y, a la vez, una parte práctica, “que es encontrarse con las personas y discutir sobre lo que queremos”, buscando cambiar el paradigma reinante en el circuito producción, comercialización y consumo.
“Buscamos un cambio social, que es colectivo, no individual”, cierra Magda y deja un invitación a seguir construyendo y fomentando circuitos productivos solidarios.