Producto del cierre del paso fronterizo Cristo Redentor, los comerciantes de los puestos ubicados en las cercanías de la RN7 aumentaron excesivamente sus precios, al igual que los hoteleros. La dirección de Defensa del Consumidor comenzó con el control de los comercios en Uspallata y Penitentes, tras recibir las primeras denuncias por sobreprecios.

La referente de área, Mónica Lucero, y representantes de la Dirección de Industria y Comercio viajaron hasta los diferentes distritos que se encuentran distribuidos en alta montaña con el fin de controlar los comercios que funcionan a lo largo del Corredor Internacional. Lucero indicó que se están controlando precios, libros de quejas y formas de pago, y que se van a labrar actas de infracción y multas a todos aquellos comercios que se encuentren por fuera del marco legal. También resaltó cómo afecta este tipo de abusos en la provincia, ya que deja una “mala imagen” para los turistas.

Este martes 26 se fiscalizaron cafés, restaurantes, kioscos, supermercados, también hospedajes y comercios, una estación de servicio y una farmacia. El resultado del operativo realizado en la zona de Uspallata arrojó que, si bien se confeccionaron 13 actas de infracción, la mayoría se debió a la falta de libros de quejas y a la no exhibición de las formas de pago. Sin embargo, no se registraron aumentos desmedidos en los precios de los productos.

Defensa del Consumidor pidió a todas las personas que percibieron el aumento desmedido de precios que realicen las acusaciones correspondientes al 0800-222-6678 o en calle Rondeau 361 de Ciudad de 8.00 a 15.00. Las denuncias sólo serán validadas presentando el ticket de compra, con el cual se podrán tomar las acciones pertinentes en aquellos comercios donde se haya cometido la infracción.

Palabras del intendente Orozco

Por su parte, el intendente de Las Heras, Daniel Orozco, reconoció que se cometió un abuso por parte de los comerciantes de Alta Montaña este fin de semana, que sacaron partido de la situación crítica que vivieron miles de turistas debido al cierre del paso Cristo Redentor ocasionado por los aludes.

Muchas de las personas que quedaron varadas en las zonas de Uspallata y Penitentes denunciaron las “avivadas” de los comerciantes y hoteleros al aumentar sus precios exageradamente. Según lo que se denunció a través de las redes sociales, se cobró hasta $ 300 por una docena de empanadas, $ 3 mil por una habitación para pasar la noche y $ 100 por una botella de agua mineral.