No está perdida, tiene proyectos, objetivos y ansias de progreso. Tampoco es inestable ni cortoplacista; en cambio, es pragmática y eficiente. Y, lejos de lo que se cree no es frágil ni vulnerable, sino que tiene registro de sus necesidades emocionales y sabe cómo expresarlas. Estas son algunas de las conclusiones del estudio “Joven argentino: desarmando mitos”, que se publicó en mayo para comprender en profundidad a la juventud argentina.

Para conocer su realidad, Moiguer Consultora de Estrategia ahondó a partir de seis preguntas sobre la generación Z: ¿qué preocupa a los jóvenes argentinos hoy?; ¿qué los motiva?; ¿cómo proyectan su futuro?; ¿son realmente la generación de cristal? ¿con qué prejuicios cargan? ¿cómo se perciben? Para la investigación, se usaron focus groups, entrevistas etnográficas, social listening, un estudio cuantitativo de la población general y el análisis de bibliografía. La misma advierte que Argentina atraviesa una transformación a nivel político, social y en cuanto a valores.

“La juventud argentina impulsó un cambio porque la está pasando mal: 4,4 es la evaluación promedio que tiene de la situación país; 5,6 es la percepción promedio de su capacidad de consumo; 6 de 10 temen no poder ahorrar y que sus ingresos no les alcancen para concretar sus proyectos”, concluye el informe como generalidad. Además, indica que “la generación Z de la Argentina quiere desarrollarse en su país”, por lo que necesita “un proyecto concreto, real y alcanzable”.

Brecha ideológica entre géneros

Según el informe, la realidad es que las y los jóvenes tienen convicciones y están fragmentados en sus ideologías. Especialmente, el género masculino cataliza el "giro a la derecha" que está transitando la Argentina.

El estudio sostiene que el 56 % de la sociedad del país votó al actual presidente, Javier Milei. De quienes declaran haberlo votado, el 65 % tiene entre 15 y 30 años y el 71 % de ese rango etario fueron varones.

En cuanto a feminismo y diversidad, solo el 17 % de las mujeres jóvenes (15 a 25 años) cree que el feminismo promueve el odio hacia el hombre, frente al 40 % de los varones que comparten esta visión. Asimismo, en cuanto al interés por el feminismo, se observa que el 45 % de ellas muestra afinidad, en contraste con apenas el 15 % de ellos.

Como conclusión, el relevamiento señala que estos datos concuerdan con la tendencia a nivel mundial, donde por primera vez se observa una marcada brecha ideológica entre géneros. Así, mientras los varones se reconocen como más conservadores o liberales, las mujeres se inclinan por partidos más progresistas, alineados al feminismo y las políticas de género.

Emocionalmente conscientes

Frente al mito de que las y los jóvenes son “frágiles y vulnerables”, el informe indica que tienen más registro de sus necesidades emocionales y saben cómo expresarlas. También, que la sensibilidad los hace ponderar la realidad de manera distinta y que la idea de alcanzar el éxito no debe ser a cualquier precio.

“La conciencia de fragilidad los ubica en el mundo con cautela, pero no los resta de actuar en él. La emocionalidad no les quita acción ni motivación. Su huella es más gentil, pero no por ello menos deseante”, dice la reflexión del informe cuyos datos arrojan que el 50 % de las personas con más de 40 años que fueron encuestadas cree que los jóvenes de la Argentina son vagos y frágiles, mientras que, en cambio, el 65 % de la Gen Z se percibe como personas sensibles y empáticas y que, a diferencia de generaciones anteriores, su paradigma está construido desde el sentir y no desde el hacer, en tanto sus valores están en la articulación con los otros, y no en la ruptura.

¿Generación perdida o con objetivos de progreso?

Lejos de la idea de que los y las jóvenes son una generación perdida y sin proyectos, aparece que tienen objetivos de progreso e idea de sacrificio. La estadística muestra que el 81 % tiene algún proyecto para los próximos cinco años; alquilar para independizarse y comprar una casa son los que mejor se posicionan en el ranking. También, que el esfuerzo y el sacrificio siguen siendo el medio para alcanzar sus sueños. En este sentido, el 85 % cree que el trabajo y el esfuerzo son las claves para concretar sus proyectos y siete de cada 10 proyectan seguir formándose.

Generación pragmática y eficiente

En términos de generación de ingresos, buscan lograrlos más rápidamente. Muchos y muchas combinan el trabajo ”convencional” con otras formas de ganar dinero. Esto los habilita a la prueba y experimentación constante, lo que superponen en la diversidad sin conflicto ni contradicción para sí mismos, tal como indica el análisis con base en el mito de que la nueva generación es “inestable” y “cortoplacista”.

Los datos muestran que el 43 % usa o le interesaría usar alguna app para generar ingresos; el 17 % realiza inversiones en criptomonedas; el 14 % participa de las apuestas online. Sobre este último aspecto, aclararon que “no solo por lo lúdico, que está muy presente en sus vidas porque nacieron en la era del gaming, sino también como una manera de ganar plata”.

Fluir entre la diversidad y lo tradicional

Las personas integrantes de la Generación Z se autoperciben fluidas y descontracturadas. El 80 % se identifica con la expresión que dice: “En el trabajo, como en la vida, no me gusta encasillarme en una sola actividad, quiero hacer múltiples cosas, diferentes”.

Las y los jóvenes construyen su identidad de una manera no lineal, lo que les facilita “fluir en la diversidad” y habitar “nuevos formatos”. No obstante eso, lo tradicional también los calma y les permite tener menos miedo al error y poder experimentar, probar y construir nuevas formas. De hecho, siete de cada 10 sueñan con casarse alguna vez; el 61 % tiene hijos o sostiene el proyecto de tenerlos, y tres de cada 10 no descartan tener una relación con alguien del mismo género.

Orgullo por el país y con esperanza

Otro mito en torno a la juventud es la que dice que estas personas son desarraigadas y descreídas. El resultado del estudio señala todo lo contrario: que están orgullosas del país y esperanzadas. Nueve de cada 10 se sienten orgullosas de ser argentinas y nueve de cada 10 no elegirían ser de otro país, según respondieron.

“La mayoría hoy elige quedarse en la Argentina”, señala el estudio, y explica que “el ser argentino genera orgullo”: “Los rasgos culturales propios y diferenciales (la afectividad, el humor, la pasión, la ironía y las costumbres) forman un sentimiento tan intenso que, si bien se experimenta individualmente, permite conectar con un colectivo y sentirse parte de algo”.

El informe también detalla que, si bien emigrar se abre como una posibilidad, el 63 % de las personas encuestadas considera llevarla adelante, aunque esta idea aparece más como una experiencia que como un proyecto a largo plazo: solo el 26 % dice que se iría del país definitivamente.