La antropóloga forense e investigadora Celeste Perosino denunció mala praxis en la investigación que se llevó adelante para intentar saber qué le pasó a Johana Chacón. Explicó que hace dos años entregaron a la Justicia evidencias halladas en la finca donde vivía la adolescente y que nunca fueron analizados por ningún perito.

En comunicación telefónica con Unidiversidad, la investigadora enumeró algunas de las razones por las que considera que existió mala praxis. Explicó que en el primer momento, la investigación se centró en una única hipótesis y que se llevaron adelante medidas de prueba que nunca se terminaron de sustanciar. Subrayó que las mismas pueden o no arrojar resultados positivos, pero nunca dejarse a medio camino.

La profesional aseguró que la única pretensión de su organización es que no se deje a mitad de camino una prueba, ya que no tiene sentido obtener material si no se analiza, y pidió que la Justicia solicite a un perito que concrete ese trabajo.

"Buscaremos cualquier vestigio de Johana Chacón"

Así lo aseguró Celeste Perosino, una de las arqueólogas que realizará excavaciones en Lavalle.

Perosino es una especialista en la materia. Integró durante once años el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Luego formó la organización Acciones Coordinadas contra la Trata de Personas (ACCT), que se transformó en la Colectiva Intervención ante las Violencias (CIAV), a través de las cuales colaboraron en la pesquisa de casos como el de Luciano Arruga, que se consideró desaparecido durante cuatro años, pero luego se confirmó que fue secuestrado por la policía bonaerense y enterrado como NN. Sus restos se identificaron el 17 de octubre de 2014.

Las investigadoras entregaron al material a profesionales de la Justicia local. Foto: gentileza Celeste Perosino. 

El juicio

La investigadora pidió que se realice el análisis de esta prueba en medio de la realización del juicio contra Mariano Luque. El obrero es el único acusado del homicidio de la adolescente a la que sus compañeros vieron por última vez el 4 de septiembre de 2012, cuando se bajó del micro que la trasladó desde la escuela Virgen del Rosario hasta la puerta de la finca donde vivía.

Rastrillaje en busca de los restos de Johana Chacón

Lo ordenó la Justicia con base en la declaración de un testigo que se presentó la semana pasada por primera vez.

Justamente durante el proceso, el tribunal colegiado compuesto por Rafael Escot, Gonzalo Guiñazú y Aníbal Crivelli tomó conocimiento de la existencia de este material y aceptó que los profesionales del Cuerpo Médico Forense analicen el contenido de la caja sellada que hace dos años entregaron las investigadoras en custodia al Poder Judicial.

Además de analizar esta prueba, el tribunal también aceptó realizar un nuevo rastrillaje en la zona de Tres de Mayo con base en el testimonio de un vecino, que se presentó por primera vez ante la Justicia. La tarea se concretó esta semana.

El convenio

Las investigadoras obtuvieron restos óseos luego de trabajar en dos puntos clave señalados por testigos. Foto: gentileza Celeste Perosino.

En 2016, integrantes de la organización Acciones Coordinadas contra la Trata de Personas firmaron un convenio con la Justicia local para que realizaran excavaciones en distintos sitios señalados por testigos como posibles lugares de inhumación de los restos de Johana Chacón. La necesidad de concretar esta prueba fue fundamentada por el entonces fiscal de la causa, Santiago Garay, y aprobada por el procurador Alejandro Gullé, ya que si bien las profesionales no cobraron por su trabajo, sí les pagaron los gastos de alojamiento y los traslados durante los diez días que les llevó la tarea.

Cinco antropólogas ya rastrillan la finca donde vivía Johana Chacón

Así lo confirmó Celeste Perosino, de la organización Acciones Coordinadas Contra la Trata de Personas. Realizan excavaciones controladas con el objetivo de buscar cualquier vestigio de la adolescente lavallina.

En diciembre de 2016, cinco arqueólogas forenses trabajaron en dos puntos estratégicos señalados por testigos: uno, ubicado dentro de la finca donde vivían Johana y Luque (hoy acusado), y otro, al final de la calle donde está ubicada la propiedad. Del primer sitio recuperaron pequeños restos óseos y otros materiales, los que fueron embalados (cuidando la cadena de custodia) y entregados a profesionales de la Justicia.

Perosino explicó que la idea inicial fue que enviaran los restos a Buenos Aires para que los analizaran los especialistas del Servicio de Antropología Forense dependiente de la Corte Suprema de Justicia, atendiendo a su experiencia en la materia. Sin embargo, recalcó que ahora su única pretensión es que los perite cualquier cuerpo profesional que determine la Justicia local.

La investigadora explicó que, a su entender, el cambio de fiscales en la causa perjudicó la concreción de la prueba. Esto, porque en 2017, Garay fue destinado a la unidad de delitos económicos y la causa pasó a manos de la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos, quien fue la que solicitó la elevación a juicio.