Debate presidencial: lo evidente no se advierte a primera vista

Llegó el día más importante de la campaña hacia la presidencia. Los roles de los candidatos.

Debate presidencial: lo evidente no se advierte a primera vista

Los candidatos presidenciales confrontarán planes, ideas y gestos. Foto publicada por Infonews

Nacional

Segunda vuelta

Unidiversidad

Jorge Fernández Rojas

Publicado el 15 DE NOVIEMBRE DE 2015

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Lo que sucedió entre los días previos al balotaje y hoy domingo 15 fue fundamental para Daniel Scioli y Mauricio Macri. El debate que se concretará a partir de las 21.00 entre los presidenciables es uno de los hitos más importantes de este largo año electoral.

La acción inédita en Argentina de la segunda vuelta le da un valor extra al debate entre los finalistas organizado por la asociación civil "Argentina debate" y saben, ambos, que es así. La posibilidad es única para definir el voto de muchos argentinos que aún no tienen decidida su elección para el próximo domingo 22.

 

Macri y los estados de ánimo

Macri se sabe favorito, pero el punto es si se siente como tal. Esos estados de ánimo pueden ser favorables a su postulación si logra mantener esa idea positiva del cambio que lo llevó a esta instancia.

El candidato de Cambiemos se sostiene en su campaña propositiva y es verdad que ha mandado a callar a todos sus economistas asesores para no empantanar su camino.

Deberá demostrar que su puerta de salida del kirchnerismo es un paso adelante para la sociedad argentina que vive en el siglo XXI con muchas secuelas de la última década de la centuria pasada.

Se tendrá que enfrentar a la agresividad inédita de Daniel Scioli, quien asumió el rol del desafiante, y su idea es poner en evidencia el plan económico shockeante de Macri y contrastarlo con su plan de cambio económico gradual.

El jefe porteño se mostró molesto con la estrategia de Scioli y le replicó que no necesita que sea su vocero y que hable por él en estos tópicos.

Se supone que esta expresión de rechazo de Macri puede tener un correlato esta noche porque el candidato que lidera los sondeos -con una diferencia entre 6 y 8 %- tendrá que transparentar su plan económico y sobre todo si habrá una devaluación fuerte que provoque consecuencias en la economía cotidiana de los argentinos.

 

Scioli y su rol escrutador

Mientras, al gobernador bonaerense, que pretende achicar la brecha de intención de voto y disimula que las encuestas no le interesan, al final sabe que esas mediciones le marcan que hay un 12 % de indecisos y que irá por ellos esta noche.

Sobre ese cálculo es que se entiende por qué desde el peronismo se aventura que Scioli ganará por un 4 % el próximo domingo 22. Por ejemplo, es Carlos Zannini, el vice de Scioli, quien profetiza este final. 

Scioli deberá entender que su giro hacia "el cambio sin volver al pasado" es un argumento difícil de digerir en esta etapa definitoria. El electorado, en su mayoría, se ha mostrado refractario al gobierno kirchnerista y, sobre todo, con el estilo beligerante de la presidenta Cristina Fernández.

Ese parece haber sido ese el detonante de un combo de ingredientes nocivos que provocó el fastidio social del cual la oposición sacó su argumento principal traducido con la palabra "cambio".

 

Recomendación no mediática

Dicen los observadores de este instrumento electoral que es el debate, y en especial en Argentina, que será importante cuánto de abstraídos estarán los votantes de los comentarios y conclusiones apuradas que sacarán los analistas políticos a través del bombardeo mediático que se desatará ni bien termine el acontecimiento.

La sugerencia más sana, que se traslada desde los sectores interesados en cuidar el voto como base democrática, es que el televidente-votante observe los gestos y escuche con atención los argumentos de los candidatos. Esas acciones serán determinantes para transparentar los planes e intenciones de los postulantes.  

El consejo ciudadano se completa apuntando a la independencia del sufragante. Dice el postulado: no dejarse llevar por lo que dicen los medios tan adictos (en especial los digitales) a sus determinantes miradas para definir antes que el votante "quién ganó y quién perdió en el debate". 

 

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