El programa comenzó a funcionar a través de un convenio firmado entre la UNCuyo y el Ministerio de Desarrollo Humano, Familia y Comunidad de la Provincia en abril de 2010. Las autoridades afirmaron que está prevista una nueva firma entre ambas partes para el año lectivo vigente.

Bajo la concepción de la educación como derecho humano fue creado para facilitar el ingreso y la permanencia en la universidad a personas de entre 18 y 25 años que se encuentren imposibilitadas de hacerlo por sus bajas condiciones económicas y/ o académicas.  

Con este objetivo la iniciativa se basa no sólo en brindar ayuda económica y apoyo académico a los beneficiarios, sino que además despliega estrategias de contención socio afectiva, aspecto que resaltó Belén Álvarez.

“Para nosotros era un desafío cubrir el vacío que existía en la universidad de un acompañamiento a los chicos  que aspiran a las distintas carreras y que por su situación territorial, social y económica no podían acceder”, señaló la funcionaria. En este sentido explicó que el proyecto no se hubiera concretado sin el trabajo mancomunado de la casa de estudios y el gobierno provincial.

Según las cifras ofrecidas por la secretaría de Bienestar fueron aproximadamente 400 los jóvenes provenientes de distintos departamentos de la provincia que se inscribieron para obtener el beneficio. De esa totalidad, 235 estuvieron en condiciones de acceder al curso de ingreso, y finalmente 108 de ingresar y continuar los estudios universitarios.

En este punto Belén Álvarez subrayó que los resultados arrojados por el programa no deben medirse en términos de éxito o fracaso, recalcando los aspectos cualitativos sobre los cuantitativos debido a la naturaleza de la iniciativa. “Los jóvenes que no pudieron ingresar por alguna cuestión académica seguirán siendo contenidos mediante un subsidio para que vuelvan a intentarlo el año próximo”, detalló.

En esta línea rescató el valor que presenta esta primera experiencia de trayecto universitario para muchos de los jóvenes beneficiados. “Es un aprendizaje constante para los chicos, porque desde el inicio participan en distintos talleres y encuentros deportivos, integradores, comunitarios y recreativos”, afirmó.

Por último, la secretaria de Bienestar definió esta iniciativa como “innovadora”, tras detallar que las becas universitarias comúnmente son otorgadas a los estudiantes que ya ingresaron en alguna carrera. En cambio, el programa “De la Esquina a la Universidad” ofrece la oportunidad de iniciar y concretar una vida universitaria a aquellos jóvenes que hasta el momento veían trunca esa posibilidad. Por ese motivo Álvarez expresó que este tipo de políticas sociales “deben ser concebidas como un derecho y reivindicadas constantemente más allá de las gestiones”.

 Futuros profesionales con óptica social

El programa cuenta con la tutoría de más de 60 estudiantes avanzados de las distintas carreras que ofrece la UNCuyo. La intención es que los beneficiados reciban asesoramiento académico y contención socioafectiva de parte de los estudiantes tutores.

Mariel Cailá, quien cursa el cuarto año de Comunicación Social, relató a este medio su experiencia como tutora y destacó que el “enriquecimiento es mutuo”, tanto para los beneficiados como para los estudiantes tutores.

Mariel consideró  “excelente” la oportunidad que ofrece la UNCuyo a  los jóvenes de menos recursos, ya que “principalmente pueden acceder a ella personas de clase media para arriba”, según expresó.

En este sentido, para la joven la importancia del programa “De la Esquina a la Universidad” reside en que promueve “verdaderos profesionales del campo popular, algo fundamental para avanzar en un proyecto de país y de sociedad que realmente sea inclusivo.”