No todo es sexo: asexualidad, una orientación repleta de mitos

Sociedad

Todos los beneficios que una persona puede llegar a añorar durante la juventud (si nació antes delos'90), como tener un trabajo fijo, una casa o dinero para pagar un alquiler, hijos, una familia, son mandatos sociales que tenemos grabados a fuego, pero que se pueden ir desarticulando.

Fue el psicólogo canadiense Elliott Jacques, quien en 1965 desarrolló el concepto de “crisis de la mediana edad”, que terminó definiendo como "un reflejo de la toma de consciencia de la propia mortalidad". 

Para Caba, no está probado que exista una “crisis de los 40”, pero “sí está probado” que a lo largo de la vida atravesamos varias crisis.

“Sucede que estamos acostumbrados a hablar de las crisis como algo malo, pero la verdad es que la crisis es una situación de cambio que ya no podemos eludir, que ya no podemos patear para adelante”, comentó.

Entonces, para superar el estereotipo de un adulto que a los 40 “se divorcia, se compra una moto o se mete al gimnasio”, hay que entender algunas cosas.

“Mientras enfrentamos una crisis, hay que resolver. Y mientras dure esta resolución, enfrentaremos angustias, montones de decisiones que van a implicar cambios en la vida”, destacó el psicólogo.

Puede pasar que una persona que llega a los 40 detecte que “no ha sido feliz” y decida divorciarse, por ejemplo, y vemos que “muchos dan un par de pasos para atrás”, sostuvo Caba, quien agregó que se observa que quieren volver “a la etapa anterior, donde se sentían bien” y ahí vemos lo que en psicología llaman “regresión”.

A modo de conclusión, Cada dijo que en la adultez “a veces parece que necesitamos una brújula que nos diga por dónde ir”, pero lo cierto es que el avance del tiempo también es un terreno lleno de mandatos, como el de belleza, el de juventud, el del buen pasar económico.

Incluso, aquellos mandatos familiares que nos llamaban a convertirnos en personas prósperas y a conformar una familia, luego fueron virando a “hacé lo que te gusta”, para hoy convertirse en “viví todo lo que puedas”, “darte todos los gustos”, incluso en la vejez.