La historia del mítico estadio Bautista Gargantini se remonta al año 1923. Por aquel entonces, buscando terminar con la desigualdad social que se vivía en la provincia el gobernador José Néstor Lencinas cedió al Club Sportivo Independiente Rivadavia el terreno donde se construiría dicho recinto (que es el lugar donde se ubica actualmente).

La cancha de los azules, que más tarde se conocería como La Catedral leprosa (así bautizada por sus hinchas), se inauguró el 5 de abril de 1925. En un partido disputado contra Peñarol el local estrenó casa por primera vez, con una derrota por 2-0 frente a la visita.

Construido sobre el terreno del antiguo hipódromo de Mendoza, al estadio le fue dado el nombre del presidente que lo construyó  y que además presidió a la institución la mayor cantidad de veces, con un total de cinco mandatos.

Pionero en términos de seguridad y capacidad a nivel nacional, su tribuna oeste fue la primera tribuna de cemento del país. Histórico. Luego, con el correr de los años, La Catedral fue sufriendo transformaciones, se desarmaron las antiguas populares y dieron lugar a la tribuna más grande de Mendoza en 1965, la Salvador Iúdica. Luego se completaría la tribuna Este y en 2011, gracias a dirigentes y socios, se sumaría la popular Norte, para el público visitante con una capacidad aproximada de 4000 personas, quedando así por reglamento de AFA como el segundo estadio de más capacidad de Mendoza luego del Malvinas Argentinas.

Un estadio que vio pasar a muchas figuras, que tuvo al gran Hugo Cirilo Mémoli, al Trinche Carlovich, entre tantos y que, además vio pasar al gran Diego Armando Maradona. Un estadio que ha visto mucho fútbol y que ha recibido todo el calor de su hinchada, todo el amor de la banda leprosa, hoy, a pesar de no poder estar con su gente, está de fiesta. ¡Feliz cumpleaños Catedral!