Cuatro de cada diez jóvenes en Mendoza sienten exposición al humo de tabaco

Sociedad

Lo interesante es que el estudio incluyó en esta oportunidad indicadores sobre los motivos de consumo, las prácticas de cuidado o recaudos que toman las personas ante la posibilidad de efectos no deseados y factores que hacen a la situación de esos consumos, los lugares donde las personas los realizan y las compañías con las que comparten la práctica. Así, esta encuesta brinda una perspectiva integral, ya que aborda las diferentes dimensiones y modalidades de los consumos de sustancias para orientar el diseño, la implementación y el monitoreo de políticas públicas desde una perspectiva de derechos humanos.

La titular de Sedronar, Gabriela Torres, dijo en la apertura de la presentación: "Desde el inicio de nuestra gestión en Sedronar, planteamos la necesidad de ampliar la perspectiva sobre la cual se produce información sobre esta temática". "Lamentablemente, debimos posponer la realización de la encuesta por la COVID-19, que estaba planteada para mediados de 2020. Recién en 2022 pudimos llevarla a cabo, junto al Indec", señaló, y distinguió el trabajo conjunto con ese organismo, que no se hacía desde 2004, aquel "de menor alcance".

Este trabajo "no es comparable con otros estudios", aclaró Torres. "Permite saber qué consumimos los argentinos, la relación del consumo con prácticas de cuidados y la idea de atender y acompañar a las personas con problemas, con diferentes modelos de tratamiento", detalló.

"Es la primera vez que decir cómo consumimos, qué percepción tenemos del consumo y qué sabemos de cómo cuidarnos no solo nos da pautas de intervención, sino que es un valor agregado a los históricos índices de prevalencia", completó.

De esta manera, los resultados obtenidos a partir de esta encuesta no pueden ser comparados con los arrojados por estudios anteriores. La inclusión de la franja etaria de 66 a 75 años a nivel general del cuestionario, el sondeo sobre medicamentos con prescripción médica (nunca antes indagados) y la diferenciación entre uso terapéutico y no terapéutico en el consumo de marihuana representan elementos insoslayables a la hora de pensar los resultados del presente estudio, en el marco de las tendencias históricas del país.

Por su parte, el director técnico del Indec, Pedro Lines, destacó que el trabajo reseña "el consumo desde estadísticas oficiales" y se realizó "entre Sedronar, el Indec y los gobiernos provinciales, a través de las Direcciones de Estadísticas".

Sobre la marihuana, con fines terapéuticos y sin fines terapéuticos, el 26,3 % de las personas encuestadas dijo haber consumido alguna vez. Foto: 123RF

La explicación del informe estuvo a cargo del director nacional de Estadísticas de Condiciones de Vida del Indec, Guillermo Manzano, y el director del Observatorio Argentino de Drogas del Sedronar, Diego Ruiz.

Manzano informó que "se trabajó con indicadores básicos, como prevalencias de consumo de vida, anual y mensual, la edad media de inicio en el consumo, la cantidad, intensidad y frecuencia", y "se sumaron otras, como lugar y compañía para el consumo, motivos, recaudos, prácticas de cuidado, factores de riesgo y clima educativo del hogar".

Ruiz señaló que "pospandemia, muy pocos países pudieron hacer la Encuesta Nacional de Hogares", y subrayó que para este informe "se incorporó la franja etaria de 66 a 75 años".

Qué mostró la encuesta

La encuesta mostró que el 84,7 % consumió alguna vez alcohol, el 49,2 %, tabaco; el 26,3 %, marihuana; el 14,1 %, tranquilizantes, y el 5,1 %, cocaína. En el último año consumieron alcohol el 66,2 % de las personas encuestadas; tabaco, el 25,6 %; marihuana, el 13,8 %; tranquilizantes, el 6,9 %, y cocaína, el 1,2 %. En el último mes, el 51,2 % consumió alcohol; tabaco, el 23,3 %; marihuana, el 8,1 %; tranquilizantes, el 4,8 %, y cocaína, el 0,6 %.

Sobre el alcohol, el estudio determinó, por ejemplo, que en el último mes, el 62,1 % de varones y el 41 % de mujeres lo tomó, "con la franja de 25 a 34 años con mayor nivel de consumo y con el clima educativo del hogar alto en primer nivel, por sobre el medio y el bajo", indicó Manzano. El mayor nivel de consumo de alcohol "se dio con amigos, luego con familiares, en pareja y, por último, en soledad", aportó Ruiz.

En cuanto a los motivos, consignó que "en primer lugar, por placer; luego, por tradición o hábito, por nerviosismo o para dormir, o para socializar". Sobre los recaudos, expresó que se destacaron "la hidratación y alimentación antes de consumir, hacerlo en un lugar seguro y regular la cantidad, en ese orden".

Sobre el tabaco, el 26 % de los varones y el 20,8 % de las mujeres fumaron el último mes, con la franja de 35 a 49 años como la de mayor consumo y "con el clima educativo del hogar bajo en primer lugar, por sobre el medio y el alto, a diferencia del alcohol", apuntó Manzano. "El principal motivo fue el placer, seguido por la costumbre y para relajar", sumó Ruiz.

En cuanto a los tranquilizantes, el 85,5 % lo hizo con receta médica, y el restante 14,5 %, sin prescripción. El 16,9 % de las mujeres admitió haber tomado alguna vez en su vida, en el último año lo hizo el 8,8 %, y en el último mes el 6,1 %. En varones, el consumo en algún momento de su vida fue del 11,1 %.

Sobre la marihuana, con o sin fines terapéuticos, el 26,3 % de los y las encuestadas dijo haber consumido alguna vez, el 13,8 % lo hizo en el último año, y el 8,1 %, en el último mes. "La mayoría consumió en casa de amigos, pareja o en su casa, lo que indicó un consumo en lugares privados; y los motivos fueron, en primer lugar por placer o curiosidad, y en segundo, para relajarse", contó Ruiz; en tanto que "el 60,8 % combinó el consumo de marihuana con alcohol", agregó.

Finalmente, sobre la cocaína, "el 5,1 % de ambos sexos lo hizo alguna vez; el 7,9 % de los varones, en el 5,8 % del clima educativo del hogar alto y en el 5,3 % del bajo, es decir, casi sin diferencias", consignó Manzano.

El 5,9 % mostró su preocupación sobre el consumo de sustancias. De ese grupo, el 74,7 % de las mujeres y el 66 % de los varones buscaron acciones, "en primer lugar, con prácticas de autocuidado; luego, en la red afectiva y, por último, en la consulta al personal de salud", señaló Ruiz.

"Un informe de estas características permite tener una primera hoja de ruta para trabajar en políticas preventivas", concluyó.