Las muertes violentas de Marina Menegazzo y María José Coni hicieron que se movilizaran muchos mendocinos en el centro de la ciudad pidiendo justicia y esclarecimiento del crimen, además de un fuerte repudio a la violencia de género que las mujeres sufren históricamente. 

Desde las 19.00 se concentraron en calle Catamarca de Ciudad, frente a la sede de la Universidad del Aconcagua, y desde allí marcharon con pancartas que mostraban los rostros sonrientes de las chicas víctimas de un ataque en la localidad ecuatoriana costera de Montañita.

La vicegobernadora Laura Montero participó de la marcha en honor a las chicas asesinadas.

La historia macabra

Marina y María José estaban desaparecidas desde el 22 de febrero. Tras la denuncia de los familiares, el 28 se conoció tristemente que habían hallado sus cadáveres a cien metros de la playa de Santa Elena.

La trágica noticia, que causó conmoción y replanteó el tratamiento sobre la violencia de género, se confirmó el mismo 28 por el ministro del Interior ecuatoriano y más tarde por el presidente de ese país, Rafael Correa, a través de twitter.

Al día siguiente, fuentes judiciales y gubernamentales de Ecuador sorprendieron a todos al informar que había dos hombres detenidos y acusados del asesinato de las chicas mendocinas. Esta versión afirmaba que las jóvenes acudieron a los sujetos por hospedaje y que cuando ellos, por los efectos del alcohol, quisieron abusar de ellas, las cosas se salieron de control.

Sin embargo, los familiares y amigas de Marina y María Josó no creen que ellas hayan aceptado ir a la casa de los sospechosos donde terminaron asesinadas, como sostienen las autoridades ecuatorianas, y criticaron la investigación llevada a cabo hasta el momento.
 

Investigación paralela

Es por esto que  Gladys Steffani y Felipe, madre y hermano de María José, y Marcos y Cristian, hermano y cuñado de Marina, viajaron a Montañita para recolectar pruebas y hablar con testigos. Ellos buscan probar que la pesquisa de la Policía y Justicia de Ecuador "es un montaje" y que, como dijeron desde un primer momento, los dos detenidos son "unos perejiles”.

Para que no sean “unas menos”

A dos días de que se encontraran los cuerpos de las jóvenes, desde la ONG Puente Vincular, que ayudaba a personas en situación de calle y de la cual “Mari y Majo” eran miembros activos, realizaron una conferencia de prensa. La situación se aprovechó para recordar a las jóvenes, pedir justicia y aclarar que las chicas estaban preparadas para enfrentar situaciones complicadas.

Además, los conocidos de Marina y María José hicieron un evento en Facebook que convocó a toda la sociedad mendocina a pedir justicia por Marina y Majo.

Las marchas para pedir justicia tendrán réplicas en Buenos Aires, Rosario y Córdoba.
 

El papel del gobierno

El caso conmovió a toda Argentina. El gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, utilizó las redes sociales el lunes, luego de conocerse la noticia, para informar que tanto él como el presidente Mauricio Macri se comunicaron con las familias de las víctimas.

Minutos después, el  mismo 29, el Presidente expresó sus condolencias a los familiares de las jóvenes. "Me comuniqué con las familias de las chicas mendocinas para manifestarles nuestro apoyo en este tristísimo momento", escribió Macri. El mandatario informó que puso a disposición la asistencia legal y al embajador argentino en Ecuador, Luis Juez, quien se reunió con las familias de Marina y Majo el 2 de marzo.

A Juez se lo vio, durante su visita a Mendoza,  muy determinado a encontrar la verdad y pedir justicia por este doble femicidio. "Vengo a poner a disposición la Embajada argentina y todo lo que eso conlleve para encontrar la verdad de este tema, lo más rápido que se pueda y de la manera que corresponde", declaró. También se puso a disposición de los medios de comunicación a partir del miércoles que viene (9 de marzo), cuando asumirá en la embajada.

Luis Juez acompañado por la vicegobernadora Laura Montero en su paso por Mendoza.

El presidente ecuatoriano, por su parte, se mostró consternado por lo sucedido, ya que tiene una hija de 22 años a la que le encanta pasear de mochilera. “No se imaginan cómo me ha impactado la muerte de Marina y María José", comentó Correa.

Además, aunque continúa sosteniendo la primera versión de los hechos, declaró que están dispuestos a recibir las investigaciones internacionales que los familiares de las víctimas consideren necesarias.