El arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, aseguró este miércoles que la Iglesia no ocultó las denuncias de abuso sexual sobre dos sacerdotes del Monasterio del Cristo Orante, en la localidad de Tupungato, radicadas por un exseminarista.

Colombo negó que se hayan ocultado los abusos denunciados por Nicolás Bustos: “Sé que mi obispo auxiliar monseñor Mazzitelli lo recibió personalmente y trató de contener y acompañar al denunciante como a otras personas que vinieron a hablar en aquel momento”, afirmó el arzobispo.

"Lo que yo puedo decir es que eclesiásticamente estamos a disposición de lo que determine la justicia", dijo. "en cuanto a los monjes y también en cuanto la verdad o no de todo esto”. Al ser consultado sobre la posibilidad de un encuentro con Bustos, respondió: “Nosotros siempre estamos a disposición, nosotros lo hemos citado para el Tribunal y también para la Justicia, y él, con sus razones personales comprensibles, no ha querido venir”, concluyó.

Los hechos que se investigan ocurrieron entre 2009 y 2015, cuando el joven llegó a la mayoría de edad y realizó primero una denuncia verbal en el Arzobispado, en 2015, y luego una denuncia penal, en octubre de 2018.

La acusación contra los dos religiosos es por abuso sexual simple, agravado por el abuso de autoridad; abuso sexual agravado por acceso carnal y tentativa de abuso sexual con acceso carnal, y por corrupción de menores y corrupción de mayores.

Por su parte, Carlos Lombardi, el defensor legal de Bustos, habló ayer por la tarde con Radio Nihuil y contó cómo está la causa y los pasos a seguir. “Los monjes están con prisión domiciliaria, la causa penal se está desarrollando normalmente en tanto los plazos procesales se está cumpliendo”, reseñó.

Además, el letrado adelantó que tanto la querella como la fiscal solicitaron días atrás, sin perjuicio de la declaración que hizo ayer Bustos, una prórroga para producir toda la prueba que está pendiente.

El joven exseminarista declaró el martes por más de seis horas en los tribunales del Valle de Uco, donde ratificó las denuncias realizadas en sede judicial en octubre del año pasado contra los curas Oscar Portillo y Diego Roqué, del Monasterio Cristo Orante, que cumplen prisión domiciliaria desde fines de 2018.