En el primer reportaje concedido desde septiembre de 2013, cuando su hematoma subdural y la posterior operación interrumpieron el ciclo Desde otro lugar, mediante el cual el Gobierno organizaba entrevistas con la entonces presidenta con periodistas rotativos, Cristina Fernández de Kirchner rechazó las imputaciones que le hacen, defendió su gobierno, criticó el de Mauricio Macri y afirmó estar siendo perseguida. “No es una sensación térmica”, afirmó en ese sentido en una entrevista telefónica concedida al canal de televisión C5N.

Según publica parlamentario.com, la expresidenta no evitó hablar del Gobierno actual, al que criticó en principio por lo que definió un “ajuste brutal, tarifario”, y al que criticó también, entre otras cosas, por la eliminación de retenciones “a ciertos sectores económicos”. Consideró “notorio el bajo nivel de calidad de vida” en la actualidad, aunque aclaró que no quiere que le vaya mal al gobierno. Aseguró que “no es una cuestión de malos y buenos, esto tiene que ver con la ideología”.

Entrevistada por Roberto Navarro, Cristina sostuvo que “con todos los errores, entregamos un país capitalizado, con recursos de los trabajadores tramitados por el estado a través de la Anses, entregamos un país sin deuda”.

Con respecto a las causas judiciales que se destapan día a día involucrando a su gobierno, y ante la pregunta puntual de si se sentía perseguida, respondió: “Lo soy. No es una sensación térmica, es claro y es evidente. Yo soy perseguida”.

A continuación, propuso hacer una auditoría, “porque eso de decir alegremente que hay sobreprecios en la obra pública o la mentira de que alguien desvía el dinero mediante el alquiler de inmuebles es disparatado”. Propuso para esa auditoría a consultoras privadas y universidades públicas. “De la misma manera que el Consejo de la Magistratura ha decidido ahora una suerte de auditoría sobre los juzgados federales en los últimos 20 años, creo que tenemos que hacer una auditoría. Porque eso de decir alegremente que hay sobreprecios en la obra pública o la mentira inventada de que a partir de que alguien le alquila a usted un inmueble, esa persona, porque es contratista del Estado, le está usted pagando un sobreprecio en la obra pública”, señaló.

Casi a la misma hora, en el programa PPT de Jorge Lanata, el periodista Maximiliano Montenegro cuantificaba los sobreprecios en la obra pública durante la gestión kirchnerista en unos 15 300 millones de dólares.

Sin nombrar en ningún momento a su exsecretario de Obras Públicas durante toda su gestión, el hoy preso José López, Cristina tomó distancia de la causa que involucra a Lázaro Báez y que ahora amenaza llegar hasta ella: “Actuar con tanta liviandad y pensar que alguien a partir de un contrato de alquiler de un inmueble hace todo esto es increíble. Yo no alquilaba habitaciones a nadie, yo alquilo inmuebles. Antes de que Néstor fuera intendente nosotros teníamos inmuebles. Nada sofisticado, nada raro. Alquilábamos inmuebles y vivíamos de la renta”.

Se preguntó entonces si “alguien sensatamente puede pensar que un monto de retorno de obra pública, de miles de millones, puede hacerse a través de alquileres de uno, dos o tres inmuebles. Eso es una cifra irrisoria. Sería un caso de corrupción muy particular. No tienen ningún punto de relación con la envergadura de la obra pública”. En ese sentido, dijo que si se confirmara que ella cobró retornos por la obra pública “sería el único caso en la historia con el cual alguien alquila sus propios inmuebles. Sería un caso de corrupción muy particular, único en la historia, digno de ser insertado en los libros de historia”.

Consultada respecto de si teme ir presa, Fernández de Kirchner señaló que “son los riesgos que toma quien decidió recuperar el sueldo de los trabajadores y los derechos humanos, y quien tomó la responsabilidad de las cosas. ¿Vos te creés que eso no tiene un precio?”.
 

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