Según el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la autorización de las exportaciones de gas natural por parte de Estados Unidos (EE. UU.) es prácticamente automática. Sin embargo, el presidente de la potencia norteamericana, Donald Trump, amenaza con dar por terminado ese pacto a menos que el país obtenga un trato que el mandatario considere "justo”. En caso de que EE. UU. decida terminar con el tratado, en el futuro corresponderá al Departamento de Energía autorizar las exportaciones de gas sólo si considera que benefician a la nación.

México utiliza gas natural estadounidense para producir más de una cuarta parte de su electricidad, por lo que está en una posición muy inestable ante cualquier cambio que pueda ser consecuencia de una batalla comercial con Estados Unidos. No obstante, no sería el único afectado, ya que la venta de gas natural a México también beneficia a la industria energética estadounidense, la que ya ha emprendido acciones para mostrar a la Casa Blanca la importancia de su relación con México.

En vista de la postura cambiante que ha tenido el gobierno de Trump con respecto al comercio, y a que hay miles de millones de dólares en juego, las empresas del sector energético de Estados Unidos no están dispuestas a correr ningún riesgo. Según The New York Times, este sector  se ha aliado con Rick Perry, el exgobernador de Texas, que hasta hace poco fungió como consejero en una empresa involucrada en el transporte de gas natural a México y ahora es secretario de Energía en la administración de Trump.

Steven Pruett, director general de Elevation Resources –una empresa texana de la industria de gas y petrolera–, comentó en el mencionado diario neoyorquino que le pedirán a Perry que colabore con ellos para que la administración del actual presidente se olvide de la retórica sobre la cancelación del TLCAN y les permita seguir disfrutando de la bonanza económica que ha propiciado el gas natural en Texas.

Es que en EE. UU. las consecuencias podrían alcanzar a algunos de los miembros más importantes del gabinete de Trump y a sus seguidores. Según los pronósticos, se espera que las exportaciones de gas estadounidense a México se dupliquen para 2019 y que la mayor parte de ese gas provenga de Texas, el estado natal tanto de Perry como del secretario de Estado, Rex Tillerson.