Con acciones colectivas, el arte impulsa la protesta medioambiental

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En primer lugar, Trujillo se refirió a los problemas que generan ciertos comportamientos de las personas para el medioambiente en la región latinoamericana: “La situación es compleja en América Latina y en todo el planeta. Hay una gran cantidad de actividades humanas que están afectando severamente el ecosistema. Se están secando los ríos, contaminando los océanos, y para mitigar esta situación, surgen un montón de voces que proponen distintas soluciones para terminar con estas incursiones violentas de los sectores productivos”.

Sin embargo, el doctor en zoología explicó que el esfuerzo de millones de seres humanos que luchan por el medioambiente quedó desacreditado por las actividades comerciales millonarias: “Desafortunadamente, los intereses han conducido a callar a todas estas voces de manera siniestra”, aseguró.

En ese sentido, el especialista en ciencias ambientales remarcó la gravedad de la situación al detallar que “tan solo en el 2020, se reportaron 227 asesinatos de líderes ambientales” a nivel global” y lamentó que su país “haya ocupado el primer lugar” en esta lamentable lista, que la continúan “México, Brasil, Filipinas y Honduras”.

Debido a esta situación, para Trujillo “es todo un desafío” ser ambientalista y, en muchos casos, esta vocación lleva a las personas “a vivir con temores”, aunque aseguró que “la convicción de lucha es más fuerte que el miedo” a cualquier tipo de amenazas.

“Ser ambientalista es un riesgo porque no existen los mecanismos democráticos para poder plantear diferentes opiniones. Hay que tener un nivel de incidencia política y económica para poder lograr un desarrollo sostenible. Estamos en una gran encrucijada a nivel global porque tenemos unos modelos de producción enfocados a la generación de ganancias, que son distribuidas muy mal y de manera inequitativa. Cada vez hay más personas que no tienen acceso a servicios primarios como el agua, la electricidad o la comida”, consideró Fernando Trujillo.

En cuanto a esta compleja situación, el biólogo marino agregó que “ya se está empezando a ver que se destruyen cosechas, que los tornados son más frecuentes, que comenzaron a generarse migraciones” lo que generará “consecuencias económicas importantes” para la región latinoamericana.  

Según el socio fundador de la Fundación Omacha, uno de los principales impedimentos para que todos los actores se sienten a dialogar sobre esta problemática “son los periodos legislativos, ya que se ha dejado de tener una perspectiva de Estado, para pasar a presidencias que actúan como gerencias” por lo que sus determinaciones “se aplican por períodos de 4 años” y no permiten “elaborar una solución global y sustentable” en el tiempo.

Finalmente, Trujillo consideró que gran parte de la humanidad “no tiene conciencia ambiental” y soslayó que “las grandes ciudades se mueven como burbujas” a nivel planetario, donde sus principales intereses “se mueven alrededor del éxito económico y no de la conciencia por el medioambiente”.