Trabajadores de Cresta Roja y el Gobierno Nacional acordaron que, tras la liberación de los dos operarios detenidos en la protesta del martes 22, se despejaría la autopista Riccheri. Por su parte, la Nación prometió solucionar la situación de la empresa Rasic Hermanos, declarada en quiebra por la Justicia.

Luego de la represión ejercida por Gendarmería en la mañana de ayer para liberar esa vía, que dejó como saldo trece heridos –entre ellos, un uniformado–, los trabajadores levantaron la protesta. En tanto, se conoció que la jueza Valeria Pérez Casado dictaminó el quiebre de la empresa Rasic Hermanos, propietaria de la marca Cresta Roja, cuyos dueños no podrán salir del país.

A su vez, la gobernadora  de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, declaró que se llevará a cabo una investigación sobre los subsidios que recibió la compañía. También se informó que, ante cuatro posibles compradores, se buscará garantizar la continuidad de producción con el objetivo de mantener los puestos de trabajo.

Con respecto al pago a los trabajadores, en diciembre recibirán 4 mil pesos y en enero subirá a 6 mil la cifra otorgada por el Plan de Recuperación Productiva (Repro), además de una canasta navideña.

La crisis de Cresta Roja desde el comienzo

El conflicto que hoy tiene la empresa Rasic Hermanos comenzó a gestarse en el año 2008. Ese año, la empresa empezó a ser subsidiada por el Estado para contener el precio de los productos avícolas, ante la crisis que se había desatado con el sector agropecuario. La firma, ubicada en la localidad bonaerense de Jagüel, faenaba cerca de 400 mil pollos por día y en 2012 vivió un crecimiento inédito porque las exportaciones avícolas llegaron a las 271 mil toneladas, por lo que superaron incluso las exportaciones de carne vacuna.

En 2012 se firmó un convenio entre Venezuela y Argentina por el que nuestro país le vendía productos avícolas al país bolivariano 42 % más que lo que valían en el mercado a través del Fideicomiso Néstor Kirchner. El problema comenzó cuando empezaron a caer los acuerdos de compra por la crisis en la que entró el país que hoy dirige Nicolás Maduro. Por este motivo, el gobierno de la expresidenta Cristina Kirchner volvió a subsidiar a la firma por 26 millones de pesos, en este caso, para mantener los puestos de trabajo.

En 2014, la firma, que es la segunda productora del país y abastece al 13 % del mercado local, pidió la convocatoria de acreedores y el principal acreedor es el Estado Nacional, por las deudas que Cresta Roja tenía con AFIP, Anses y el Banco Nación. En ese momento, Daniel Scioli se comprometió con un salvataje financiero, que luego de las elecciones “mermó”. A esta situación se suma que la empresa debe, además, pagar cerca de 40 millones de pesos por mes en términos de salarios.

La disminución de las exportaciones y las deudas de la empresa desembocaron un año más tarde en despidos generalizados. En febrero de 2015, el grupo Rasic Hnos. despidió a 650 trabajadores como represalia por un pedido de 2000 pesos en retroactivo, que se debía desde 2014. En el mes de junio, la empresa despidió a 350 personas más. El argumento esgrimido en esa oportunidad fue que los obreros se habían negado a trabajar el 22 de junio en medio del conflicto laboral, desoyendo la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.

La demora en los pagos desembocó el pasado miércoles 16 en el corte de ruta. Ese día, los empleados de la empresa se agolparon en la Avenida Riccheri a la altura del Aeropuerto de Ezeiza para reclamar por el atraso en los pagos y para conservar los puestos de trabajo.

El viernes 18, dos días después del comienzo de la protesta, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal criticó el corte y aseguró que mantendrían los puestos de trabajo. “Es un sector al que no le va mal y ha recibido muchísimo apoyo del gobierno nacional. O le hacen frente a sus obligaciones o buscan otras empresas del sector que estén interesadas en conservar las fuentes de trabajo sin que el gobierno nacional tenga que proveer los insumos para pagar los salarios”.

El lunes se realizó una reunión entre la empresa y el delegado Cristian Villalba. Acordaron que Rasic Hermanos pagaría antes de las fiestas y los trabajadores debían liberar ambos carriles. El martes por la mañana, la protesta alcanzó su punto más álgido cuando Gendarmería reprimió y desalojó a los trabajadores de la firma. En la tarde de ayer la empresa se declaró en bancarrota. 

La protesta a través de las redes sociales

Los medios presentaron la protesta a través de las redes sociales. Durante la tarde aparecieron fotos de las personas heridas por Gendarmería.