¿Cuál es su opinión respecto al sentido que poseen actualmente las paritarias?

Las paritarias tienen que ver con una cuestión histórica del movimiento obrero y representa mecanismos más civilizados de discusión de los que han existido en tiempos pasados. En el caso de las negociaciones con los privados en las paritarias se sientan representantes sindicales, representantes de la patronal  y del Estado. Y en el caso de la negociación que se produce dentro del marco estatal se sienta la patronal representando al Estado directamente con los trabajadores.

Como decía, este mecanismo es aparentemente más civilizado sin embargo en los hechos no lo es tanto porque de vez en cuando vemos como se producen tumultos o peleas, enfrentamientos entre los sectores patronales y los trabajadores, que rompen los principios de buena fe en una negociación que se debe producir con cierta tranquilidad, acceso a los datos, etc.

En general creo que las paritarias son un buen mecanismo siempre y cuando  las organizaciones sindicales sean democráticas, consulten con los trabajadores y no firmen convenios al margen de ellos. Pero esta no suele ser la historia que nos dice últimamente el movimiento obrero.

  ¿Qué ejemplos de gremios poco democráticos podría mencionar?

Lo que hizo Roberto Pico en el gremio de prensa por ejemplo. Tiró abajo un convenio firmando con la patronal que luego fue rehabilitado gracias a la lucha de 600 o 700 trabajadores de prensa de Mendoza. Además se tuvo que solicitar la intervención del gremio porque se negaba a afiliar a los trabajadores.

 Este es uno de los ejemplos sin embargo existen varios: los docentes recientemente realizaron un plan de lucha en el que sobrepasaron a su conducción que ya había aceptado una propuesta salarial para el sector de $2840. Sin embargo, los docentes dijeron “No, lo mínimo que podemos aceptar es lo que se decidió en la paritaria a nivel nacional que fueron $3000”. Ésta negociación con el Sitea la acompañamos (personalmente) como observadores y través de una adhesión  y notamos cómo la gente estaba enfurecida con su conducción. Esto pasa cuando los gremios se sientan en la discusión paritaria en la mesa y transan cualquier cosa a espaldas de los trabajadores. Estos son dos ejemplos puntuales que puedo dar.  

¿Usted piensa que durante los años que no hubo paritarias se había perdido cierto ejercicio de negociación entre patronales y trabajadores?

Si. Lo que había antes eran conflictos directamente y una solución de los mismos a través del Ministerio de Trabajo de forma directa. No existía negociación paritaria, ésta se introduce en el gobierno de Kirchner y encausa la lucha gremial  ante lo cual los grandes sindicatos industriales o de servicios consiguen avanzar con ese proceso.

En el caso de los estatales fue mucho más demoroso porque se pusieron en práctica después. Los gobiernos, si bien habían firmado los pactos internacionales con la Organización Internacional del Trabajo, no aplicaban las paritarias en la administración pública hasta que luego sí se lo hizo. Por supuesto este hecho fue un adelanto y una forma de encausar los conflictos de los trabajadores.

Por eso me molesto sobremanera cuando la presidenta Cristina Fernández plantea que los trabajadores tengan responsabilidad a la hora de reclamar. Los trabajadores siempre hemos sido responsables y sabemos hasta dónde se puede tirar del hilo. Lo que queremos ver es que ya que somos nacionales y populares tengamos en cuenta el fifty-fifty de la década del ´50 o del ´70 que se logró por poco tiempo –yo lo alcance a vivir- en que participábamos en la distribución del Producto Bruto Nacional (PBI) mucho más de lo que participamos ahora.

¿Posee datos acerca de cuál es la participación de los trabajadores en el PBI actualmente?

Es el 30 % sin contar miles de trabajadores informales que no están cubiertos por paritarias y no entran en estadísticas. Existen una serie de salarios que no se consideran en las encuestas que son los de las personas que están trabajando informalmente.

 Generalmente yo creo en la disputa para conseguir las cosas. Lo que me preocupa es que se quiere domesticar la disputa en base a que la situación económica se está agravando y se dicen cosas que no son ciertas y no son reales. Los trabajadores no extorsionamos cuando hacemos una medida de fuerza, lo que hacemos es reclamar para poder mejorar nuestra situación, dado que es cada vez peor ya que si no fuera así no estaríamos reclamando, esa es la realidad.

 Nos preocupa esa visión que parece gorilizarse de a poco en algunos sectores del Gobierno en que nos empiezan a tratar como enemigos cuando teóricamente tendríamos que ser aliados naturales de cualquier gobierno nacional y popular.

¿Actualmente el Sitea está participando en paritarias?

A decir verdad nosotros no participamos como firmantes en la paritaria, sí lo hacemos oyendo y hablando. Esto es así porque no tenemos la personería gremial todavía. Estamos en el proceso de obtención de la personería así que muchas veces se deciden cosas en la que nosotros no estamos de acuerdo y no podemos incidir,  salvo con la movilización de gente.

Hasta ahora venimos coincidiendo con ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) en no aceptar lo que el gobierno propone y mientras esto siga así estamos todos bien. Pero en el momento que veamos una desviación de esto, plantearemos nuestras diferencias y veremos cómo se pueden quebrar los acuerdos que se firmen sin el consentimiento de los trabajadores.  

Actualmente nosotros planteamos - fuimos los primeros en hacerlo por lo cual somos consecuentes a través de la historia- tratar de blanquear el salario de los trabajadores. Ese es el eje fundamental para nosotros en la provincia. Durante los últimos cuatro años no ha existido eso. Se han firmado aumentos remunerativos o ni siquiera eso -son prácticamente en gris o en negro-por eso tenemos el bono de sueldo con el 70 % aproximadamente en negro.  Esa son las diferencias que tenemos.