En su Informe Mundial sobre Salarios 2018/2019, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) determinó que, en el mundo, las mujeres cobran un 20 % menos que los hombres. Ese promedio es superado en el caso particular de Argentina, donde la cifra alcanza al 25 %. Además, a nivel global, el crecimiento del salario registra el nivel más bajo desde 2008.

Hace un año, en Argentina se registraba una brecha salarial entre hombres y mujeres del 23,5 %, en tanto que la media mundial estaba en el 23 %. En el informe actualizado de la OIT, el promedio global bajó al 20 %, pero en Argentina aumentó al 25 %. Es decir que las mujeres cobran, por las mismas tareas, un cuarto menos que los varones.

“Las disparidades de remuneración por razón de género constituyen una de las mayores manifestaciones de injusticia social de la actualidad. Todos los países deberían esforzarse por comprender mejor qué se esconde detrás de esto y avanzar más rápidamente hacia la igualdad de género”, aseguró –con motivo de la presentación del documento– Guy Ryder, titular de la OIT.

Las cifras posicionan a Argentina en el noveno país de “ingresos altos” más desigual del mundo. En general, las brechas salariales por género se deben al trabajo no remunerado que realizan las mujeres y que históricamente se les han asignado como su responsabilidad. Son ejemplos el cuidado del hogar, de niños, niñas y adultos y adultas mayores.

A esto se suma lo que en el estudio de la OIT se denomina “brecha por maternidad”, que en Argentina es del 10,5 %. Esto significa que las mujeres que tienen hijos e hijas ganan el 10,5 % menos que las que no los o las tienen. La brecha “total” alcanzaría, en este caso, el 35,5 %. 

La mujer gana un cuarto menos que el hombre

Los datos los arrojó un informe de la Organización Mundial del Trabajo. En nuestro país la diferencia salarial entre hombres y mujeres es del 25%. Informe de Milagros Martín, periodista de Unidiversidad. #UnidiversidadNoticias

Crecimiento mundial del salario

A nivel mundial, este indicador registró el nivel más bajo desde 2008, “muy por debajo de los niveles anteriores a la crisis financiera mundial”, según se explicitó en una publicación de la OIT. Este crecimiento, además, se desaceleró del 2,4 % al 1,8 % en un año, dato tomado de la investigación de 136 países.

En este sentido, la conclusión es que en numerosas economías de ingresos bajos y medianos, las desigualdades salariales siguen siendo altas y frecuentemente los salarios son insuficientes para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores, las trabajadoras y sus familias.