El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reclamó hoy por primera vez de forma pública la dimisión del presidente de Siria, Bashir al-Assad, e impuso nuevas sanciones contra el gobierno de Damasco que congelan sus activos en territorio norteamericano y prohíben la importación de petróleo sirio.

"Por el bien del pueblo sirio, ha llegado el momento de que el presidente Assad dimita", dijo Obama en una declaración enviada por la Casa Blanca.

Según el mandatario, Damasco respondió con "feroz brutalidad" a las demandas de la población siria de una "transición pacífica a la democracia". "Las violaciones de los derechos universales del pueblo sirio han revelado a Siria, a la región y al mundo la flagrante falta de respeto del gobierno de al-Assad por la dignidad del pueblo sirio", subrayó el mandatario norteamericano, para el que a Damasco ya sólo le queda Irán "como apoyo para su brutal e injusta represión" de las protestas.

Ahora, según Obama, queda claro que el presidente sirio "obstaculiza el camino" de la nación en la búsqueda de su futuro democrático.

Aunque la demanda de Obama constituye la declaración más fuerte que el gobierno estadounidense puede hacer hacia el régimen sirio, el presidente norteamericano dejó claro que su país "no puede y no va a imponer esa transición a Siria", descartando cualquier tipo de "intervención" en el país. "Depende del pueblo sirio elegir a sus propios líderes", enfatizó Obama.

La ONU afirmó que existen indicios de crímenes contra la humanidad en la sistemática represión por parte del Gobierno de Siria de las revueltas civiles opositoras. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos difundió el informe elaborado por la misión que ha visitado recientemente Siria, en el que constata numerosos casos de asesinatos y desapariciones, tortura, detención ilegal y acoso.

Los integrantes de la misión aseguraron que las fuerzas sirias dispararon contra manifestantes pacíficos en todo el país, a menudo a corta distancia y sin advertencia, y mataron al menos a 1900 civiles.

Tanques, granadas, francotiradores, armamento pesado y helicópteros fueron usados en la represión para sofocar la oposición al Gobierno del presidente Bashar al-Assad, dijeron en un informe de condena para el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Este foro de Ginebra, de 47 miembros, va a celebrar una sesión especial sobre Siria el lunes.

"La misión halló un patrón de violaciones de derechos humanos que constituye un ataque sistemático y generalizado contra la población civil, lo que puede suponer crímenes contra la humanidad", dijo citando específicamente los Estatutos de Roma del Tribunal Penal Internacional (TPI).

El equipo, cuyo informe cubre el período entre mediados de marzo y mediados de julio, no pudo entrar en Siria, pero entrevistó a víctimas y testigos en la región. Recopiló una lista de 50 supuestos agresores en varios niveles del Gobierno sirio para usarlo eventualmente en futuros procesamientos.