Un grupo de asociaciones que defienden la igualdad en la tecnología de mujeres y del colectivo LGTBIQ se unieron para crear "Q", la primera voz sin género, para poner fin al sexismo en los asistentes inteligentes como Alexa, Siri y el Asistente de Google, que tienen voces femeninas. Sin perder las cualidades de estos softwares que se comunican con los humanos que les dan órdenes –como la calidez y la asertividad–, lograron un rango de tonos neutrales con una frecuencia de 145 hercios, que no se asocia a ningún género. Para lograr esta voz, sus creadores analizaron las voces de miles de personas y la ajustaron.

Según argumentan desde Q, el uso mayoritario de voces femeninas en este tipo de gadgets se debe a los estudios por los que se guían las marcas y que determinan que los consumidores esperan que estas herramientas tengan voz femenina. No obstante, los mismos expertos que contribuyeron a desarrollar esta voz consideran que, a pesar de los datos, las empresas tienen responsabilidad social a la hora de aplicarlos porque, haciéndolo, perpetúan los estereotipos. 

Hasta ahora, la única alternativa la ofrecen Apple y Google en inglés. La versión masculina de Siri es Alex y, aunque es la primera la voz que se activa por defecto, es posible cambiarla. Lo mismo ocurre con Google, que introdujo en 2018 seis voces diferentes en lengua inglesa. Los activistas alegaron que hay muchas personas que no se reconocen ni en el género femenino ni en el masculino y que para estos individuos no existen asistentes de voz que les representen. 

La idea de los diseñadores, la agencia creativa Virtue Nordic, la comunidad LGTBI danesa (Pride Copenhague), la asociación en favor de la igualdad en la tecnología Equal AI y las productoras Koalition Interactive y Thirtysoundsgood, es que se pueda utilizar también en otros contextos como, por ejemplo, el transporte público.