A una semana de su muerte, la investigación reveló que la niña correntina de 12 años murió por la ingesta de una mandarina contaminada en una finca. El pesticida, denominado Furadán, sólo se aplica contra los insectos del suelo y está prohibido el uso en las frutas. Podrían detener al dueño del campo donde la pequeña comió el cítrico.

El fiscal de la causa, Osvaldo Ojeda, precisó a Télam que la autopsia realizada en el cuerpo de la menor reveló rastros del pesticida Furadán, que en el país puede usarse de modo muy limitado por su grado de toxicidad. Según el portal Corrientes Hoy, por la muerte de la nena, ocurrida la semana pasada, "no hay imputados" y "por el momento sólo declararon trabajadores como testigos".

El pesticida que se halló en la fruta se utiliza habitualmente mediante su inyección y no por fumigación, por lo que el fiscal investiga "si fue utilizado con el objetivo de ser un ahuyentador de aves". Ojeda dijo que "de los testimonios se desprende la existencia de otra quinta donde se cultivan arándanos", y precisó que las mandarinas "eran trasladadas allí y usadas para erradicar aves".

En tanto, el presidente del Colegio Profesional Agronómico de Entre Ríos, Gabriel Guiano, dijo en el canal América 24 que el Furadán es un insecticida que tiene uso agrícola permitido para el tratamiento de algunos insectos de suelo. Sin embargo, no está autorizado para ser aplicado en cítricos.

"Tengo que determinar quién es el que dio la orden de aplicar este agrotóxico. Ya se tomaron testimonios, y vamos seguir con más", dijo el fiscal del caso, y agregó que el propietario de la finca, cuya identidad no trascendió, no está en el país, pero sería citado a declarar.

En este sentido, aseguró que se realizaron allanamientos en el predio donde la nena encontró la mandarina y afirmó que en la zona "hallaron un canasto con unas 15 frutas más", que se enviaron al laboratorio de la Policía, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y al cuerpo médico forense del Poder Judicial. Sin embargo, todavía no están disponibles los resultados.

El lamentable hecho ocurrió cuando la pequeña de 12 años caminaba junto a su hermano por un campo en Mburucuyá, al norte de Corrientes. Allí, ambos encontraron mandarinas en el suelo. La niña comió una de esas frutas, se descompuso y murió varias horas después.